La falta de industria de biotecnología complica el acceso a fondos de la UE

"Las empresas de base biotecnológica están prácticamente ausentes en el panorama de la Comunidad Valenciana". Sólo nueve empresas tienen una facturación ligada a procesos biotecnológicos, pese a que en la última década se han consolidado en el sector público 188 grupos estables de investigación, que producen el 8,5% de la actividad científica nacional en este área. El estudio del instituto Ingenio (CSIC-UPV) alerta sobre la "debilidad del subsistema valenciano" en un área que Bruselas considera "prioritaria" para alcanzar el liderazgo en el mercado biosanitario y agroalimentario en 2006.
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"Las empresas de base biotecnológica están prácticamente ausentes en el panorama de la Comunidad Valenciana". Sólo nueve empresas tienen una facturación ligada a procesos biotecnológicos, pese a que en la última década se han consolidado en el sector público 188 grupos estables de investigación, que producen el 8,5% de la actividad científica nacional en este área. El estudio del instituto Ingenio (CSIC-UPV) alerta sobre la "debilidad del subsistema valenciano" en un área que Bruselas considera "prioritaria" para alcanzar el liderazgo en el mercado biosanitario y agroalimentario en 2006.

Siguiendo una rigurosa metodología de identificación de grupos que orientan su actividad hacia la biotecnología, Ingenio ha elaborado el primer mapa de la investigación en este área en la Comunidad Valenciana, detectando un total de 188 grupos de investigación, de los cuales 110 pertenecen a centros públicos, la mayoría con doble adscripción en centros mixtos del CSIC y en hospitales universitarios. 60 grupos en concreto trabajan en departamentos universitarios.

Respecto a las empresas, el estudio ha localizado a 11. Dos de ellas, Biosensores, SL, y Biotechveg, SA, (ambas incluidas a nivel nacional en el Informe Asebio) no participan al no haber podido recoger información ni directa ni cruzada sobre su actividad a través de empresas o investigadores. El estudio se centra, pues, en las nueve restantes, que suman en conjunto cerca de 30.000 millones de pesetas (180,3 millones de euros), aunque se precisa que "la facturación ligada directamente a productos y procesos biotecnologógicos sólo supone 800 millones de pesetas (4,8 millones de euros). Estas empresas ocupan a 650 trabajadores, de los que el 34% son titulados, y de éstos, el 17% poseen titulación de doctor. Pese a que las estadísticas de I+D y otros indicadores indirectos detectan una "débil actividad en investigación en las empresas reseñadas en este área en la Comunidad Valenciana", puntualiza que declaran invertir en innovación 13,8 millones de euros (2.300 millones de pesetas), el 8% de su facturación.

De las nueve analizadas, según el estudio, sólo tres están "completamente dedicadas a la biotecnología". Son: Sistemas Genómicos, SL; ILICE, SL; y Diver Drugs, SL, (unidad de negocio en Elche). Esta última es, de hecho, una empresa radicada en Barcelona que posee en la Universidad Miguel Hernández un centro de I+D y una unidad de negocio donde trasladará todas sus actividades en biotecnología. ILICE, SL, es una escisión (spin off) surgida de las experiencias del entorno académico con Diver Drugs, basado en un grupo de 17 investigadores de reconocido prestigio como centro del proyecto y con el soporte de Diver Drugs. Por último, Sistemas Genómicos, SL, es otra escisión (spin off), en este caso nacida de la Universidad de Valencia en el Parque Tecnológico.

El tamaño de estas empresas es pequeño (de hecho su facturación sólo supone el 0,79% del total facturado en la Comunidad Valenciana por este tipo de empresas) pero ateniéndose a la generación de productos y su participación en procesos biotecnológicos y el desarrollo de nuevas aplicaciones, el porcentaje se eleva al 28%. Por la propia naturaleza de estas empresas -nacidas del entorno científico y formadas básicamente por profesionales procedentes de la Universidad que basan su conocimiento en la resolución de problemas reales- son las que tienen el mayor número de profesionales con grado de doctor. De hecho, el 59% de sus empleados son doctores y el 13%, titulados.

Por otra parte, están clasificadas como "parcialmente dedicadas a la biotecnologías" las empresas Aventis Cropscience, SA, (nacida en 1999 de la fusión de dos multinacionales europeas de la química y de productos farmaceúticos y la filial española que recoge las correspondientes filiales generando la firma radicada en la Comunidad Valenciana); y la segunda, Germaine de Capucine, SA, que por el contrario es una empresa totalmente de capital nacional implantada en Alcoi, con una importante dinámica de crecimiento en los mercados. En ambos casos tienen importantes laboratorios bien equipados y con una amplia plantilla de científicos y profesionales en el campo de la química y la bioquímica. Estas dos empresas suponen el 57,45% del total de empleos generados, y mantienen acuerdos de investigación con universidades o institutos. Concentran la mayor parte de la facturación total del sector en la Comunidad Valenciana, aunque el 83% de su mercado es nacional.

Por último entre las pymes con capital nacional y capacidad propia para generar productos biotecnológicos aparecen cuatro empresas. ASAC Pharmaceutical (nació en 1992 de la fusión de tres empresas alicantinas) y tiene una división propia de I+D en biotecnología. Labacua, SA, un completo laboratorio de análisis químicos de aguas, lodos y tierras, que se está centrando en temas bacteriológicos con gran éxito, no sólo realizando análisis sino aportando soluciones. Y finalmente Durviz, una empresa comercial de equipamiento de laboratorio, con divisón en biotecnología.

Este grupo presenta el esquema organizativo más completo y una estructura más equilibrada de plantilla, combinando la componente investigadora que se refleja en los 11 doctores que trabajan en ellas y la de resolución de proyectos empresariales con 78 titulados en este grupo.