CATÁSTROFE ECOLÓGICA

Aznar pide disculpas por la reacción tardía

El presidente admite en una visita de tres horas a Galicia que algunos medios "no llegaron a tiempo"

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Esos deberes cumplidos son las ayudas a los afectados, que se prolongarán el tiempo que sea preciso, según él; la contratación de 7.000 parados para limpiar las playas y los planes que se pondrán en marcha para el desarrollo turístico y la reactivación económica, dotados con 17 millones de euros. Aznar pasó de puntillas por la negativa del Consejo Europeo a conceder fondos específicos para luchar contra los efectos de la marea negra y destacó que el conjunto de la aportación de Bruselas sumará 265 millones. Luego, invitó a los periodistas a leer un documento que recoge las "más de 100 iniciativas del Gobierno" tras el accidente del Prestige. La lista incluye desde un plan para promocionar el camino de Santiago hasta la entrevista que hizo TVE al presidente.

Aznar, junto a Fraga y a Francisco Vázquez, alcalde de A Coruña, recibe explicaciones en la torre de control marítimo.EFE
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"No quiero molestar a los que limpian"

La fétida pasta del chapapote ya la han visto de cerca varios miembros del Gobierno, los líderes de la oposición y el rey Juan Carlos. El príncipe Felipe llegará mañana a Galicia para visitar las playas contaminadas. Pero el presidente del Gobierno se quedó sin conocer el chapapote y prefirió pasar su corta visita en la torre de control del tráfico marítimo de A Coruña antes que viajar a una zona dañada. En primer lugar, adujo, para "no manipular los sentimientos de los gallegos". Y en segundo, para "no molestar a los que están limpiando". Preguntado si temía a la reacción social, Aznar se echó a reír: "No creo que lo que ahora le preocupe a los gallegos es si yo bajo o no bajo a la playa".

Aznar mostró comprensión por los gallegos que "se han sentido un poco molestos" ante su ausencia. El presidente explicó que "lo fácil" hubiese sido acudir a Galicia en el primer momento. "Lo podía utilizar electoralmente o para parecer un poco más simpático", comentó. Pero tuvo, explicó, el pudor de evitar ese gesto de "manipulación" sentimental que sólo hubiese proporcionado una "fotografía de oportunidad". Aznar quería presentarse en Galicia con medidas concretas tras el Consejo Europeo de Copenhague. "Ya dije que vendría cuando tuviera los deberes hechos. Y como soy bastante previsible, aquí estoy".

El presidente del Gobierno está convencido de que los gallegos entienden que no cobra su sueldo -"no vamos a hablar ahora de cuánto es", bromeó- por ir a las playas sino por hacer gestiones útiles para el país. Y aunque estuviese físicamente lejos de Galicia, "nunca como estos días", aseguró, "me he sentido tan cercano a Galicia, a sus sentimientos y preocupaciones. Y los que me conocen saben que yo siempre la he sentido muy cerca".

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