Medio Ambiente desvía a una fundación 16.000 millones por no poder gestionarlos

Las comunidades autónomas se quedan sin las cantidades prometidas

El Ministerio de Medio Ambiente, con cinco años de existencia como departamento independiente, carece de personal y medios técnicos suficientes para desarrollar todas las competencias de su área. Ésa es al menos la justificación que ha alegado su secretaria general, Carmen Carbonell, para explicar a las autonomías el desvío de 16.000 millones de pesetas a la Fundación Biodiversidad. Los consejeros de Medio Ambiente autonómicos están a la espera de una explicación. Los socialistas y la comunidad gallega, gobernada por el PP, se han quejado.

En una reunión sectorial celebrada hace más de ...

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El Ministerio de Medio Ambiente, con cinco años de existencia como departamento independiente, carece de personal y medios técnicos suficientes para desarrollar todas las competencias de su área. Ésa es al menos la justificación que ha alegado su secretaria general, Carmen Carbonell, para explicar a las autonomías el desvío de 16.000 millones de pesetas a la Fundación Biodiversidad. Los consejeros de Medio Ambiente autonómicos están a la espera de una explicación. Los socialistas y la comunidad gallega, gobernada por el PP, se han quejado.

En una reunión sectorial celebrada hace más de un año en Valsaín (Segovia), la secretaria de Medio Ambiente comunicó a los representantes autonómicos del área ambiental que disponía de 16.000 millones de pesetas procedentes del Fondo Social Europeo. El dinero estaba destinado a la formación ambiental de trabajadores no funcionarios y pensaba distribuirlo en programas gestionados por las propias comunidades autónomas.

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En reuniones temáticas sobre formación ambiental celebradas el año pasado se fueron facilitaron detalles de este tipo de programas a los directores autonómicos de Educación y Formación Ambiental. La idea pretendía materiallizarse en la convocatoria de consursos abiertos para desarrollar proyectos de formación a los que las comunidades autónomas no tendrían que aportar nada más que el 30% de la inversión, porque el resto lo facilitaría el ministerio como canalizador de los fondos europeos.

Con este reclamo, las comunidades autónomas diseñaron sus planes de formación, adaptados al presupuesto prometido desde el ministerio y a la medida de sus propios recursos. Todo ello con la previsión de ejecutarlos en el periodo comprendido entre 2001 y 2006, años en los que estará vigente el Plan Social Europeo.

Promesas en el aire

Las promesas de Carmen Martorell se las ha llevado el viento. No habrá el dinero prometido. Las autonomías se han quedado compuestas, sin un duro y sin una explicación sobre las razones de esa marcha atrás, según denuncia la consejera de medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves. La noticia de que ya no se podía contar con esos 16.000 millones fue comunicada en una reunión sectorial celebrada en Pamplona en febrero de este año a la que no acudió Carbonell. Quien dio la cara fue su jefe de Gabinete. Dijo que los prometidos 16.000 millones se cedían a la Fundación Biodiversidad, una entidad creada en 1998 por Isabel Tocino, la primera titular del Ministerio de Medio Ambiente, con la idea de impulsar los estudios de biodiversidad y canalizar las relaciones con las agencias de Naciones Unidas y otros organismos internacionales especializados.

Las comunidades autónomas, incluidas algunas gobernadas por el PP, como es el caso de Galicia, han manifestado su enérgica protesta al ministerio ante este giro adoptado por Carbonell. 'En el caso de Andalucía', recuerda 'habíamos consignado el dinero prometido a los presupuestos del año actual'. Por añadidura, no serán interlocutoras ante la citada fundación en los programas de formación financiados con dinero europeo.

En la última reunión sectorial -celebrada antes del verano con la participación de los consejeros de Medio Ambiente- se pidieron explicaciones sin ningún resultado. Según la versión facilitada por Martorell a EL PAÍS, el ministerio 'carece de cuadros técnicos y de personal capacitado' para gestionar estos programas de formación, por lo que ha traspasado su gestión y los fondos correspondientes a la Fundación Biodiversidad.

Aunque la decisión hacía tiempo que estaba tomada, un anuncio aparecido en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 30 de marzo desvela que esa tarea la desarrollará una subcontrata.

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