Los carniceros auguran un cierre en cadena de sus comercios por la crisis de las 'vacas locas'

Carniceros, tocineros, triperos, mataderos, transportistas y distribuidores se están arruinando como consecuencia del descenso en picado del consumo de productos cárnicos, según lamentaron ayer en Barcelona representantes de todos estos gremios, que, ante la gravedad de la situación, han conseguido por primera vez superar la atomización de su negocio para movilizarse juntos.

Antoni Fabregat, presidente del Gremio Provincial de Carniceros y Charcuteros de Barcelona, que representa a unos 400 de los 5.000 carniceros de Cataluña, aseguró ayer que este colectivo está asistiendo a un vertigi...

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Carniceros, tocineros, triperos, mataderos, transportistas y distribuidores se están arruinando como consecuencia del descenso en picado del consumo de productos cárnicos, según lamentaron ayer en Barcelona representantes de todos estos gremios, que, ante la gravedad de la situación, han conseguido por primera vez superar la atomización de su negocio para movilizarse juntos.

Antoni Fabregat, presidente del Gremio Provincial de Carniceros y Charcuteros de Barcelona, que representa a unos 400 de los 5.000 carniceros de Cataluña, aseguró ayer que este colectivo está asistiendo a un vertiginoso descenso de las ventas al público en un mínimo del 70%. El porcentaje en el caso de los triperos se eleva al 95%, según Josep Ramells, presidente de este gremio en Barcelona.

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'No somos responsables de nada, pero cargamos con los mayores costes porque no hemos recibido ninguna ayuda. Si esto no se arregla, en unos dos meses, un alto porcentaje de comercios cerrará', advirtió Fabregat, quien cree que 'la crisis va para largo'. Al menos dos establecimientos ya se han visto obligados a cerrar sus puertas en Barcelona, aunque algunos representantes del sector aseguraron que son ya una decena.

Para ejemplificar la magnitud de las pérdidas que acumula el sector, la portavoz del colectivo que reúne a todos estos gremios, Isabel Sánchez, explicó que sólo en la semana en la que la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, se soltó la melena con sus consejos a la hora de preparar el caldo, el descenso de los ingresos supuso para las carnicerías un coste mínimo de 500.000 pesetas para afrontar la compra de género, el mantenimiento de éste en la cámara y los sueldos de los empleados.

'Las pérdidas son absolutas, ya que los carniceros han tenido que poner entre 500.000 y dos millones de pesetas de sus bolsillos para no cerrar', insistió Fabregat. Pero el coste es, en muchos casos, más elevado. Algunos comercios consultados, con unos cinco empleados, han perdido desde el inicio de la crisis el pasado noviembre más de tres millones de pesetas.

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'Buena carne'

Los afectados subrayaron que en el mostrador de las carnicerías de Cataluña, el 90% de los productos procede de animales menores de 12 meses, no afectados por el virus. El colectivo, que hoy abordará sus problemas con representantes de la Generalitat, reclama ayudas para el reciclaje de sus miembros más jóvenes, prejubilaciones para los trabajadores de más de 55 años y descargarse del pago de impuestos.

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