El juez Guzmán cita a declarar a Pinochet la próxima semana sin esperar al examen médico

El juez Juan Guzmán no ha querido perder tiempo tras la sentencia del Supremo y citó ayer a declarar al ex dictador Augusto Pinochet sobre su presunta responsabilidad intelectual en los 57 homicidios y 18 secuestros cometidos por la caravana de la muerte. El interrogatorio tendrá lugar los días 27 y 28 de diciembre, y para llevarlo a cabo, el magistrado dio un plazo de tres días a Pinochet para fijar su domicilio.De este modo, el juez, que investiga las principales causas de violación de derechos humanos en Chile, cumplirá con el plazo de 20 días, que se cumple el 9 de enero de 2...

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Sin espacio de maniobra

El juez Juan Guzmán no ha querido perder tiempo tras la sentencia del Supremo y citó ayer a declarar al ex dictador Augusto Pinochet sobre su presunta responsabilidad intelectual en los 57 homicidios y 18 secuestros cometidos por la caravana de la muerte. El interrogatorio tendrá lugar los días 27 y 28 de diciembre, y para llevarlo a cabo, el magistrado dio un plazo de tres días a Pinochet para fijar su domicilio.De este modo, el juez, que investiga las principales causas de violación de derechos humanos en Chile, cumplirá con el plazo de 20 días, que se cumple el 9 de enero de 2001, dado por el alto tribunal para proceder al interrogatorio. Guzmán también resolvió ayer la realización de los exámenes mental y neurológico a Pinochet el 22 de enero. El espacio entre el interrogatorio y las pruebas médicas puede permitir al juez volver a procesar al ex dictador, una vez solucionado el tecnicismo en el que se basó la Corte de Apelaciones para suspender la primera orden de procesamiento.

Pinochet, mientras, acudió, en la mañana de ayer, al Hospital Militar, por segunda vez en una semana, donde permaneció durante una hora y media. Aunque el centro médico, que pertenece al Ejército, informó de que sólo acudió para recibir un tratamiento dental previsto, el entorno del ex dictador filtró previamente que se trataba de una súbita bajada de presión arterial, provocando inquietud entre los abogados querellantes, quienes temen que intente internarse para poder eludir el interrogatorio.

Pinochet salió caminando del recinto médico en medio de los aplausos de algunos de sus partidarios, se subió en uno de sus coches Mercedes Benz blindados y partió en dirección a su domicilio en Santiago, en el lujoso barrio de La Dehesa. Ante la situación, que los querellantes calificaron de "fraude jurídico", resolvieron solicitar al magistrado que los exámenes a Pinochet no se le practiquen en el Hospital Militar, como había decidido antes el propio Guzmán, sino en otro recinto médico.

Las rápidas determinaciones del magistrado dejaron casi sin espacio de maniobra al general, de 85 años. Su defensa se plantó detrás de la única barrera de resistencia legal que les queda para evitar que Pinochet sea, por primera vez en su vida, interrogado en Chile por crímenes de la dictadura, su estado de salud. El equipo jurídico de Pinochet anunció que pedirá hoy al juez Guzmán que se le practiquen los exámenes médicos al ex dictador el día 26, antes de cualquier interrogatorio. Por si acaso, el coordinador de sus asesores, el general retirado Guillermo Garín, aseguró ayer que Pinochet no se halla en condiciones para enfrentarse a un interrogatorio ni de preparar sus respuestas.A pesar de las decisiones de Guzmán, todavía está por ver que el juez logre interrogar a Pinochet, que, por su condición de general y ex comandante en jefe del Ejército, tiene derecho a que la diligencia se efectúe en su domicilio, o en otro lugar, sin concurrir al tribunal.

Los abogados querellantes temen que una oportuna enfermedad lo lleve de nuevo al Hospital Militar, posponiendo la declaración indagatoria, único paso procesal que le falta a Guzmán para declarar reo nuevamente a Pinochet, con los mismos fundamentos por los cuales lo sometió a proceso el pasado día 1 como presunto autor intelectual de los homicidios y secuestros de la caravana de la muerte.

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El general se disponía ayer a abandonar Santiago para trasladarse a su residencia campestre, en Bucalemu, a 150 kilómetros al sureste de Santiago, en una maniobra para postergar la diligencia. El oscuro panorama al que se enfrenta Pinochet se desató después de que la Sala Segunda Penal de la Corte Suprema resolviera el miércoles revocar el auto de procesamiento de Guzmán en su contra por cuatro votos contra uno, pero a la vez le ordenara interrogarlo, en lo que constituyó una victoria pírrica de su defensa.

Este fallo, al dejar establecido que los exámenes médicos y el interrogatorio son diligencias paralelas y que una no antecede a la otra, le entregó las decisiones relevantes a Guzmán, quien ayer comenzó a tomarlas.

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