Los forenses revelan que tiran los restos líquidos de las autopsias a la cloaca

La Generalitat asegura que no existe peligro para la salud

El departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña reconoció ayer que los restos líquidos de las autopsias acaban en las cloacas, ya que, no sólo es la práctica habitual en los 59 depósitos judiciales de esta comunidad, sino también en los hospitales. Justicia asegura que no inclumple ningún protocolo y que no representa el más mínimo peligro para la salud. Un representante de los forenses, sin embargo, calificó esta práctica de "intolerable".

El Departamento de Justicia -que se remite a la Guía Intercentros de Residuos Sanitarios, avalada por la Organización Mundial de la...

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El departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña reconoció ayer que los restos líquidos de las autopsias acaban en las cloacas, ya que, no sólo es la práctica habitual en los 59 depósitos judiciales de esta comunidad, sino también en los hospitales. Justicia asegura que no inclumple ningún protocolo y que no representa el más mínimo peligro para la salud. Un representante de los forenses, sin embargo, calificó esta práctica de "intolerable".

El Departamento de Justicia -que se remite a la Guía Intercentros de Residuos Sanitarios, avalada por la Organización Mundial de la Salud- asegura que no se vierte ningún residuo contaminante al alcantarillado público y rechaza que la sangre, aunque proceda de un cuerpo infectado, pueda considerarse un peligro sanitario. El Ejecutivo catalán salía así al paso de la denuncia de esta práctica efectuada por el médico forense de Figueres y La Bisbal (Girona), Roger Lacaci, quien denuncia precisamente que no existe un protocolo establecido para incinerar estos desechos y lo corrobora con las cartas que envió el año pasado a la delegación de Justicia de Girona solicitando bolsas para contener desechos y procedimientos para evitar que dichas bolsas no acabaran en los vertederos municipales.

Durante todo el día de ayer, sin embargo, la delegada de Justicia de Girona, Elena Ribera, aseguró que los restos humanos eran recogidos cuidadosamente por una empresa especializada para evitar cualquier riesgo para los ciudadanos.

Lacaci mantiene que en muchos casos, incluso los restos de desecho procedentes de autopsias de cadáveres con sida y otras enfermedades infectocontagiosas, se hacen desaparecer a través de los desagües porque no existe otra alternativa. La delegación de Justicia ha acusado a Lacaci de extender falsedades y causar una alarma social absolutamente injustificada.

La denuncia de Lacaci es inseparable de la supuesta intención de Justicia de cerrar el Instituto Anatómico Forense (IAF) de Figueres para centralizar todas las autopsias en Girona. Desde Justicia se insistió ayer en que lo único que se está haciendo es un estudio para mejorar las condiciones de trabajo de los médicos forenses y que en ningún caso se da por hecho que el centro de autopsias del Alt Empordà deba cerrar sus puertas.

Lacaci ya comunicó en abril de 1999 a la delegación de Justicia de Girona que los forenses no podían hacerse responsables del destino de los desechos orgánicos. En su petición de bolsas o contenedores para residuos tóxicos, añadía: "Pongo en su conocimiento que dichos restos, hasta el momento, se están arrojando a las basuras del municipio donde se realicen estas autopsias, por lo que tal hecho, cuando sea de general conocimiento, en ningún momento podrá derivar en responsabilidades del médico actuante". El forense afirma que Justicia le contestó en una semana enviándole 200 bolsas de plástico transparentes y, posteriormente, una nota en la que se le comunicaba que "el sistema de eliminación de residuos estaba en estudio". Xavier Dolado, de la Asociación de Forenses de Cataluña, piensa, asimismo, que esta práctica es peligrosa e "intolerable".

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