Madres españolas

Leo que las Madres de la plaza de Mayo acusan al juez Garzón de perseguir a los luchadores por la libertad en Euskadi, que los presos de ETA son torturados por su lucha antifascista y toda esa demagogia a la que los chicos de la gasolina nos tienen acostumbrados. La noticia es un golpe bajo. Duele por la fuente de la que viene. Cuando os veo defender la libertad y memoria de vuestros seres queridos, con un pañuelo blanco por toda arma, no puedo evitar acordarme de esas madres de la plaza de Mayo españolas. Comparten con vosotras, el territorio de dolor de quienes han perdido al hijo por capric...

Leo que las Madres de la plaza de Mayo acusan al juez Garzón de perseguir a los luchadores por la libertad en Euskadi, que los presos de ETA son torturados por su lucha antifascista y toda esa demagogia a la que los chicos de la gasolina nos tienen acostumbrados. La noticia es un golpe bajo. Duele por la fuente de la que viene. Cuando os veo defender la libertad y memoria de vuestros seres queridos, con un pañuelo blanco por toda arma, no puedo evitar acordarme de esas madres de la plaza de Mayo españolas. Comparten con vosotras, el territorio de dolor de quienes han perdido al hijo por capricho de unos bárbaros. Esas madres en España se llaman Asociación de Víctimas del Terrorismo, y levantan sus manos blancas contra una particular junta militar, compuesta por siniestros locos encapuchados. Pañuelos blancos, manos blancas, una madre es una madre, en Argentina o en España, el dolor es igual en todo el universo y es idéntico el sentimiento de impotencia cuando sabes que el reparto de desesperación no ha terminado, que quedan hijos por morir.Hoy quien les escribe se siente amenazado. Huérfano, no dispongo de madre que, si es necesario, escriba mi nombre en su pañuelo. Por favor háganlo ustedes, tampoco tengo nombre con el que despedirme, me lo han arrebatado con cargo al miedo repartido, escriban funcionario nº 552.- Jorge García Labajos.