Pinochet sufre una "profunda depresión" tras la pérdida de la inmunidad, según su familia

Augusto Pinochet quedó en un estado de "profunda depresión" y se sintió muy afectado al enterarse del fallo de la Corte de Apelaciones que el lunes lo despojó, por 13 votos contra 9, de su inmunidad como parlamentario, pues él tenía la "remota esperanza" de que la sentencia no fuera tan rotunda, señalaron fuentes del entorno del general, citadas ayer por el conservador diario El Mercurio. Mientras los militares se mantienen en un escrupuloso silencio, dirigentes oficialistas han resaltado que la sentencia demuestra la vigencia del Estado de derecho en Chile y que la justicia se puede alcanzar....

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Augusto Pinochet quedó en un estado de "profunda depresión" y se sintió muy afectado al enterarse del fallo de la Corte de Apelaciones que el lunes lo despojó, por 13 votos contra 9, de su inmunidad como parlamentario, pues él tenía la "remota esperanza" de que la sentencia no fuera tan rotunda, señalaron fuentes del entorno del general, citadas ayer por el conservador diario El Mercurio. Mientras los militares se mantienen en un escrupuloso silencio, dirigentes oficialistas han resaltado que la sentencia demuestra la vigencia del Estado de derecho en Chile y que la justicia se puede alcanzar.

"Me imagino que estará bajoneado; tenía esa remota esperanza de que el fallo no le sería tan adverso", declaró Marco Antonio Pinochet, hijo del ex dictador, a la prensa local. Pinochet fue informado telefónicamente de la sentencia cuando se encontraba junto a su esposa, Lucía Hiriart. En la noche del lunes, su hijo menor, Marco Antonio Pinochet, cuando se dirigía a la casa de su padre, afirmó que no le sorprendió el fallo y que no tiene esperanzas de que lo revierta la Corte Suprema. Agregó que si el Gobierno hubiera querido hacerlo, ya le habría dado una "salida política" a su padre. La sociedad se ha bebido con serenidad el trago del desafuero, después de ver durante 503 días al ex dictador detenido en Londres por petición de un juez español. Pocos dudan en atribuir una cuota importante de influencia a la actuación de Baltasar Garzón en el nuevo rostro de dignidad que muestran ahora los jueces chilenos, lavando su pasado de relación con la dictadura. El juez chileno que investiga las 110 querellas presentadas contra Pinochet, Juan Guzmán, en sus primeras declaraciones después del fallo, sostuvo que "sólo cumplo con mi trabajo", mientras buscaba ayer restos de detenidos desaparecidos.

El oficialismo, después de que se comprometió hasta el tuétano en Europa con que Pinochet podía ser juzgado en Chile, respira ahora más tranquilo tras el fallo. Muchos dirigentes creen que la Corte Suprema aprobará el desafuero y al mismo tiempo ordenará exámenes médicos, paralizando el proceso con el resultado de que Pinochet quedaría ante la historia sin inmunidad, despojado de su cargo de senador, pero sin llegar a que sea directamente procesado.

Pese a rechazar el fallo por considerarlo "político", la derecha ha dicho que se debe acatar. Después de días de silencio y con una voz diferente al pinochetismo que muestra ahora la derecha, el ex candidato presidencial de este sector, Joaquín Lavín, pidió respetar la sentencia e insistió en que "Chile quiere superar el pasado", en un mensaje más a tono con su campaña electoral, en la que llegó al 48% de los votos, despegándose de la imagen del ex dictador.

La incógnita es qué hará el Ejército, cuyo comandante en jefe, el general Ricardo Izurieta, se declaró previamente "dolido" por un eventual desafuero. Ayer partió a Arica, a 2.000 kilómetros al norte de Santiago, donde hoy se celebra el Día de la Infantería, el arma a la cual pertenecía Pinochet, y no se descarta que allí tenga algún pronunciamiento. Pero la estrategia del Gobierno, que impulsó el propio presidente Ricardo Lagos, de llamar la atención a los militares ante cualquier manifestación de malestar ha dejado poco espacio para estas expresiones y les ha restado parte de la efectividad y dramatismo que tenían.

Un abogado de Pinochet, Ricardo Rivadeneira, declaró ayer que sólo se está en el descanso de un partido, informa Reuters. "Los partidos se ganan o pierden en 90 minutos, y no sólo en el primer tiempo". Los abogados se preparan para apelar. [En España, Garzón expresó su "respeto" a la decisión, y el Gobierno, a través de su ministro de Exteriores, Josep Piqué, opinó que "es bueno someter a la justicia a cualquier persona que pueda ser sospechosa de haberla transgredido", informa Efe].

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