Los obesos igualan a los desnutridos
El exceso de peso, que afecta a 1.200 millones de personas, alcanza a los habitantes de los países pobres
Gordos y flacos comparten altos índices de enfermedad, una menor expectativa de vida y ven reducida su productividad a niveles muy bajos. Pero mientras el hambre se cobra vidas en la infancia e impide el desarrollo físico y mental de millones de niños, el sobrepeso afecta a personas de mediana edad, a las que les quita muchos años de vida saludable.La Organización Mundial de la Salud ha advertido de que la sanidad pública actúa de forma negligente ante la obesidad, que está en el origen de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y de ciertos tipos de cáncer.
Estados Unidos contin...
Gordos y flacos comparten altos índices de enfermedad, una menor expectativa de vida y ven reducida su productividad a niveles muy bajos. Pero mientras el hambre se cobra vidas en la infancia e impide el desarrollo físico y mental de millones de niños, el sobrepeso afecta a personas de mediana edad, a las que les quita muchos años de vida saludable.La Organización Mundial de la Salud ha advertido de que la sanidad pública actúa de forma negligente ante la obesidad, que está en el origen de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y de ciertos tipos de cáncer.
Estados Unidos continúa siendo el país con más obesos. Entre los estadounidenses es más fácil encontrar a un adulto con sobrepeso que a uno de talla media: el 55% tienen kilos de más, el 23% están clasificados oficialmente como obesos y uno de cada cinco niños tiene un peso mayor al adecuado.
Europa no se queda atrás. El porcentaje de obesos se ha duplicado en la última década. En Inglaterra, una de cada cinco mujeres y uno de cada seis hombres son oficialmente obesos, y el 45% de los hombres y el 33% de las mujeres tienen unos kilos extra. En España, el sobrepeso afecta a un 15% de las mujeres y a un 11% de los hombres.
Las razones del masivo aumento de peso se resumen en un alto consumo de grasas y azúcar, que han reemplazado a la dieta tradicional de granos integrales y vegetales. En la actualidad, tanto en Europa como en Estados Unidos, las grasas y el dulce proveen de la mitad de calorías que ingiere a diario una persona. El consumo de aceites en el mundo ha pasado de tres kilogramos en 1960 a casi 15 en la actualidad.
La industria de comida rápida ha creado una atmósfera tóxica, dice el informe. El mercado está repleto de alimentos muy baratos, de alto contenido calórico, de buen sabor y que entran por los ojos a través la publicidad. En Gran Bretaña, la venta de productos crujientes, nueces y bocadillos ha aumentado un 25%.
Este tipo de consumo se ha extendido a los países en desarrollo, que han cambiado el hambre por la obesidad, dice el informe. En Brasil y Colombia, un 36 y un 41% de la población, respectivamente, padece de sobrepeso.Y en muchos hogares chinos, rusos o brasileños en los que hay un desnutrido, hay otra persona que pacede obesidad. Una encuesta reciente en 133 países demostraba que la migración a la ciudad duplicaba el consumo de azúcar porque los dulces están disponibles a precios muy bajos.