Bélgica cierra otras 233 granjas de cerdos tras hallar dosis de dioxinas muy superiores a lo permitido

El nuevo Gobierno belga, que llegó al poder el mes pasado en buena parte gracias a la crisis de la dioxina, se enfrenta desde ayer a lo que puede ser el renacimiento del escándalo, tras encontrarse altas dosis de sustancias tóxicas (policloruros de bifenilo, precursores de la dioxina) en 233 granjas que se suponían limpias.El nuevo Ejecutivo, formado por liberales y socialistas, decidió ayer clausurar las granjas porcinas sospechosas, que se han abastecido de piensos potencialmente contaminados con dioxina. Las autoridades belgas vivieron un día frenético: tras conocerse los resultados de los ...

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El nuevo Gobierno belga, que llegó al poder el mes pasado en buena parte gracias a la crisis de la dioxina, se enfrenta desde ayer a lo que puede ser el renacimiento del escándalo, tras encontrarse altas dosis de sustancias tóxicas (policloruros de bifenilo, precursores de la dioxina) en 233 granjas que se suponían limpias.El nuevo Ejecutivo, formado por liberales y socialistas, decidió ayer clausurar las granjas porcinas sospechosas, que se han abastecido de piensos potencialmente contaminados con dioxina. Las autoridades belgas vivieron un día frenético: tras conocerse los resultados de los análisis, primero se anunció la destrucción de 60.000 toneladas de carne de cerdo, si bien la medida fue descartada sólo unas horas más tarde al ser considerada demasidado drástica por el propio Gobierno.

De todas maneras, el Ejecutivo belga descarta que esto suponga la existencia de un nuevo foco de contaminación. El nuevo primer ministro, el liberal flamenco Guy Verhofstadt, afirmó que "no se trata de una nueva forma de intoxicación". "No hay más fuentes de contaminación que Verkest y Fogra", aseguró, en alusión a las dos empresas que estuvieron en el origen de la contaminación de miles de pollos, cerdos y reses de vacuno que provocó hace dos meses la crisis alimentaria más grave en Europa desde el escándalo de las vacas locas, en 1996, y que en Bélgica llevó a la oposición al partido democristiano tras 40 años formando parte del Gobierno. La Comisión Europea ha aceptado las explicaciones del Ejecutivo belga y de momento no tomará nuevas medidas.

Los inspectores sanitarios descubrieron a mediados de junio estos nuevos casos de posible contaminación al detectar "concentraciones de PCB demasiado elevadas" durante los controles a que se sometió el sector porcino tras estallar la crisis. El PCB (policloruro de bifenilo) es un precursor de la dioxina y su detección suele coincidir con la presencia de esa sustancia que, en consumos prolongados y altas dosis, puede provocar cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Alimentos compuestos

El PCB fue detectado en las empresas de alimentos compuestos Huys y De Brabendere, que se habían aprovisionado de grasas procedentes de Verkest y Fogra y a su vez habían suministrado sus piensos a las 233 granjas porcinas ahora puestas en cuarentena. Según el informe de Verhofstadt, en estos momentos hay entre 60.000 y 80.000 toneladas de carne de porcino almacenada procedente de granjas que han podido aprovisionarse de piensos contaminados con dioxinas. El nuevo Gobierno belga ha admitido que "nunca podrá saberse" qué parte de estas existencias de carne almacenada está realmente contaminada. El ejecutivo admitió también que las exportaciones de los sectores afectados por la crisis siguen sin recuperarse, pero afirma que las ventas en el interior del país están volviendo a los índices normales, aunque a precios más bajos que antes. Para evitar un colapso de estos sectores, el Gobierno prepara un plan de ayudas para las explotaciones ganaderas que no están afectadas por la crisis, aunque quiere que el conjunto de la producción se reduzca hasta un 80%, para evitar que los precios sigan cayendo.

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