Flotats arrasa en los Max pero no acude a la gala en protesta contra el Gobierno catalán

El artista logró cinco premios con "Arte" en la velada en el Auditori de Barcelona

La velada venía con morbo: la gala de los premios Max de artes escénicas se celebraba en el nuevo Auditori, en Barcelona, a 50 pasos justos del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), y Josep Maria Flotats, descabalgado por la Generalitat de la dirección del gran buque escénico el año pasado, en medio de una gran polémica, partía con un buen ramillete de candidaturas por Arte. Como parecía previsible, Flotats arrasó: consiguió cinco premios, entre ellos al mejor director y al mejor espectáculo. El aroma a revancha flotaba en el aire. Pero Flotats prefirió aspirarlo a distancia: no acudió a la gala...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La velada venía con morbo: la gala de los premios Max de artes escénicas se celebraba en el nuevo Auditori, en Barcelona, a 50 pasos justos del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), y Josep Maria Flotats, descabalgado por la Generalitat de la dirección del gran buque escénico el año pasado, en medio de una gran polémica, partía con un buen ramillete de candidaturas por Arte. Como parecía previsible, Flotats arrasó: consiguió cinco premios, entre ellos al mejor director y al mejor espectáculo. El aroma a revancha flotaba en el aire. Pero Flotats prefirió aspirarlo a distancia: no acudió a la gala en protesta contra el Gobierno catalán por su despido.

Más información

Flotats volvió a liarla anoche. Él, el más esperado, cargado de candidaturas por Arte -obra que programó en el TNC pero que, al echarle de allí, se llevó consigo a Madrid para montarla en el sector privado-, se hizo desear, jugó al misterio, tuvo a todo el mundo en vilo y, al final, pues no fue. Demostró que las cicatrices de su defenestración del TNC y de su virulenta polémica con la Generalitat -casi llegó a las manos literalmente con el consejero de cultura, Joan Maria Pujals, presente ayer en la gala- no se han cerrado en absoluto. Flotats, en declaraciones telefónicas dsde Madrid a este diario, instantes antes de empezar la gala, que siguió por televisión, manifestó: "No he ido por respeto, coherencia y dignidad hacia las 35.000 firmas [en referencia al manifiesto de apoyo a su persona cuando se le despidió del TNC] y a todos los espectadores que hasta hoy me han apoyado. No me es posible asistir a un acto en el que esté presente un representante de la Generalitat, Gobierno que, por no haber aceptado yo el chantaje de programar y contratar en el TNC a sus simpatizantes, se vengó con el insulto, la difamación y la descalificación profesional y moral y a mi persona". Luego, al saberse ganadorse manifestó muy contento y resaltó la paradoja de que se le cesara por mal gestor cuando ha ganado el premio al mejor productor privado. El consejero de Cultura dijo luego desconocer el motivo de la ausencia de Flotats. "Él se lo ha perdido; mucha gente se merecía que viniese", añadióLa ceremonia de los Max, sin concesiones al glamour, se inició en tono cómico -y así siguió- con las dos presentadoras, Lloll Bertrán y Anabel Alonso, vestidas de trágicas griegas y pisándose en la salida en la mejor tradición clownesca. Alonso, con un espectacular escote, se quedó en sostenes, primer rasgo de un erotismo que tuvo continuidad durante la gala. Comediants vistieron la ceremonia con sus efectos y sus criaturas mágicas, puestos esta vez bajo la advocación del fallecido poeta Joan Brossa, a quien se rindió homenaje. Los premios se fueron sucediendo con agilidad, a la que contribuyó la norma impuesta por la organización de que los premiados no pronunciaran palabras de agradecimiento. Se empezó por los premios de danza y el primero al mejor espectáculo recayó en Romeo y Julieta, de la Compañia Nacional de Danza. Nacho Duato ganó, además, el premio a la mejor coreografía. Anabel Alonso seguía jugando con su escote. Una mano enorme llevó hasta las presentadoras el premio a la mejor interpretación femenina de danza: Sara Baras por Sensaciones. El mago Hausson atravesó la sala seguidamente entre confeti, escamoteo de monedas y papiroflexia -de nuevo, el homenaje a Brossa- y apareció el premio al mejor intérprete masculino de danza: Antonio Canales. El galardón a la escenografía recayó en Llorenç Corbella y Montesol por Guys & dolls, espectáculo de Mario Gas programado por Flotats en el TNC. El del mejor figurinista fue para María Araujo por Amadeus. El de mejor iluminación: Albert Faura por F@ust. Versión 3.0 (también programado por Flotats).

Y se entró en la recta del morbo. Pere Ponce se llevó el premio al mejor actor de reparto por el El hombre elefante. Alicia Hermida se lo llevó por Divinas palabras. Y el de mejor traducción o adaptación teatral, tachán: Flotats por Arte. Ya iba uno. El de mejor actor protagonista sólo podía ir para Arte, dado que los candidatos eran los tres protagonistas. Lo ganó Carlos Hipólito. Flotats-2, Generalitat-0. El premio a Berta Riaza, por El avaro, puso un compás de espera antes del premio al mejor director: sí, Flotats, 3-0. Camino de goleada. El premio al autor Sanchis Sinisterra por Ay Carmela fue muy aplaudido. El premio al mejor espectáculo: Arte, Flotats, goleada total. El mejor espectáculo de teatro musical fue Piratas, de Dagoll Dagom. Y el mejor director musical, Manuel Gas por Guys & dolls. La mejor producción: Flotats-Colubi-Barbotegui por... Arte. Peter Pan de Pigmalión, mejor espectáculo infantil. El premio honorífico a Antonio Buero Vallejo levantó a todo el público de la butaca en un aplauso emocionado. Fuera, bajo la luna, el TNC refulgía como una joya.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En