Piojo desmitifica a Frank de Boer

Los seis goles del delantero argentino al Barça ponen en evidencia al defensa holandés

De que Frank de Boer es un gran defensa hay pocas dudas. De que se trata de un zaguero prácticamente infranqueable como se pensó en sus primeras semanas en España, no. La fama de invulnerabilidad del holandés quedó en entredicho en las tres ocasiones en que su equipo se enfrentó al Valencia en nueve días. El equipo de Ranieri le hizo 11 goles.A esta desmitificación han contribuido factores diversos, pero uno por encima de todos: Claudio Piojo López, de 24 años, que rompió cuantas veces quiso la defensa azulgrana en la que a las órdenes estaba el más serio de los gemelos, Frank. La fiest...

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De que Frank de Boer es un gran defensa hay pocas dudas. De que se trata de un zaguero prácticamente infranqueable como se pensó en sus primeras semanas en España, no. La fama de invulnerabilidad del holandés quedó en entredicho en las tres ocasiones en que su equipo se enfrentó al Valencia en nueve días. El equipo de Ranieri le hizo 11 goles.A esta desmitificación han contribuido factores diversos, pero uno por encima de todos: Claudio Piojo López, de 24 años, que rompió cuantas veces quiso la defensa azulgrana en la que a las órdenes estaba el más serio de los gemelos, Frank. La fiesta de Piojo comenzó pronto. Corría el minuto 51 del partido de Copa del 18 de febrero pasado en el Camp Nou, cuando López tuvo una arrancada nerviosa con el balón que completó con un disparo seco que, después de colarse por entre las piernas de Frank de Boer, entró a media altura en la meta de Hesp.

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Era el 1-1 del encuentro de ida de los cuartos de final de la Copa y el anuncio de lo que se avecinaba: otra jugada repleta de habilidad de Piojo, que se escabulló por entre las cuatro piernas de los dos hermanos De Boer, antes de chutar en semifallo pero tan cruzado que hizo imposible la estirada de Hesp (m. 58). Era el 1-2, momentos antes del empate de Rivaldo y del gol fulminante de Mendieta: una volea a 108 kilómetros por hora.

El tercer gol de López a Hesp llegó ya en Mestalla, en la vuelta de la Copa, el pasado día 24, y se trata, sin duda, del tanto por antonomasia de Piojo, aquel que recibe bombeado y en profundidad de Mendieta, le echa una carrera a los dos marcadores -Abelardo y Frank de Boer-, les saca varios cuerpos a ambos y dispara colocado a la derecha de Hesp (m. 24).

Ésta es la jugada preferida de Piojo, que vive cómodamente en la zona que limita el fuera de juego, de ahí su amor por las defensas en línea. De este modelo hay varios ejemplos, como los dos que le marcó al Madrid en Liga para hacer añicos el prestigio del central Fernando Sanz. O el mismo gol de Angulo, el tercero del sábado ante el Barça, en el que esta vez sí llegó al corte Frank de Boer: envió de puntera al larguero para mayor gloria de Angulo, que venía desde atrás dispuesto a rematar a placer de cabeza.

La maniobra del delantero argentino adquiere mucha mayor complejidad en su segundo tanto en este partido de Copa. Aquí Piojo culminó una triangulación perfecta junto a Farinós y Angulo. El argentino se coló en diagonal entre Sergi y Frank de Boer para recibir un pase en profundidad de Angulo, pillar a contrapié a Hesp en su salida y entrar solo en la portería (m. 36).

Y llegó la Liga, con Van Gaal planteándose cientos de posibilidades que le permitieran cerrarle el paso a Piojo. Puesto que no tenía a nadie que pudiera hacerlo -advirtió de que quizá Reiziger, lesionado, era el único con posibilidades-, optó eventualmente por la punta de velocidad de Sergi, muy lejos sin embargo de la potencia del argentino. Así, por ejemplo, López se marchó fácilmente de Sergi con un regate abierto que buscaba una buena perspectiva de Hesp, lo vio desde unos 30 y se la cruzó sin remedio (m. 38). Eso sí, esta vez Frank de Boer tenía una coartada: estaba bastante más retrasado de la posición del delantero.

Un argumento parecido al que podría acudir el defensa holandés en el último tanto de Claudio López en el Camp Nou, en el que corrió a presionar a Farinós, mientras Piojo recibía un taconazo en profundidad de Angulo y volvió a retratar en la carrera a Sergi (m. 87): le sacó una decena de metros. En un ejercicio de optimismo, el lateral izquierdo del Barça Sergi y sus compañeros pueden ver el lado bueno de todo esto: ahora el Valencia se enfrenta en la Copa al Real Madrid.

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