Sanidad identificará a los seropositivos con las iniciales del nombre y apellidos

El Ministerio de Sanidad usará las dos primeras iniciales del nombre y las dos primeras de cada apellido, más la fecha de nacimiento, para identificar a los infectados por el virus del sida. Isabel Noguer, técnica del Plan Nacional sobre el Sida, declaró ayer que la forma más rigurosa de controlar la epidemia, para no trabajar con datos inflados, sería recoger el nombre y los apellidos completos más la fecha de nacimiento, pero a causa de la alarma social que podría originarse, Sanidad optó por las iniciales.

En Asturias, sin embargo, se trabajan desde 1986 con el nombre y apellido ...

El Ministerio de Sanidad usará las dos primeras iniciales del nombre y las dos primeras de cada apellido, más la fecha de nacimiento, para identificar a los infectados por el virus del sida. Isabel Noguer, técnica del Plan Nacional sobre el Sida, declaró ayer que la forma más rigurosa de controlar la epidemia, para no trabajar con datos inflados, sería recoger el nombre y los apellidos completos más la fecha de nacimiento, pero a causa de la alarma social que podría originarse, Sanidad optó por las iniciales.

En Asturias, sin embargo, se trabajan desde 1986 con el nombre y apellido completos más el número de DNI de los portadores del sida. Por ello, el consejero de Servicios Sociales del Principado Antonio Cueto expresó ayer su sorpresa ante la información de un diariosegún la cual, el Gobierno asturiano que preside Sergio Marqués, ha creado ahora un nuevo registro obligatorio y nominal de portadores del sida.Cueto señaló que la única iniciativa que ha adoptado el Principado es declarar, en cumplimiento de lo que prevé la nueva Ley de Protección de Datos, la existencia de todos los registros sanitarios confidenciales existentes en la Consejería de Sanidad. "El del sida es uno de ellos y fue creado por un Gobierno del PSOE en 1986. Lo único que nosotros hemos hecho desde que en 1995 accedimos al Gobierno fue mantenerlo tal y como viene existiendo desde hace 13 años. Ni lo hemos modificado ni era ni es obligatorio, ni hemos hecho otro uso distinto a aquel para el que fue concebido".

Isabel Noguer, del plan sobre el sida, declaró que ese tipo de datos están protegidos por ley y hasta el momento no ha habido nunca una filtración. "No son de uso administrativo, sino epidemiológico, hay personas muy responsables y cualificadas que velan por su confidencialidad".

Noguer informó que desde 1984 todos los países de Europa menos España, Italia y Francia disponen de un registro de infectados. Y en cada país se utiliza un identificador distinto. "En Inglaterra manejan las iniciales y la fecha de nacimiento, en Portugal el nombre y apellidos completos, en otros países usan un código del hospital y del médico..."

En España ahora mismo sólo se sabe que existen unos 25.000 enfermos de sida, es decir, gente que en su momento se infectó y además desarrolló la enfermedad. Pero se desconoce cuántas personas han contraído el virus, es decir, cuántas se han infectado y son portadores del VIH, aunque no hayan enfermado aún.

Y lo que pretende el Gobierno es averiguar ese dato, básico para conocer los verdaderos estragos del virus. "Porque hemos descubierto el caso de mucha gente", indica Noguer, "que se ha sometido a la prueba del sida. Y cuando le han dicho que está infectado, no se lo ha creído, y se han ido a hacérsela a otro sitio, y así hasta ocho veces. Y si no se identifica a esa persona consta como que hay ocho infectados en vez de uno".

Con el fin de iniciar un estudio fidedigno, el ministerio reunió el año pasado a los responsables sanitarios de las comunidades autónomas y les propuso que cada una de ellas les remitiera a lo largo de 1999 los datos de cada infectado. Todos los consejeros estaban de acuerdo con la propuesta. ¿Pero con qué datos se iban a identificar a los afectados sin atentar contra su intimidad? Se propusieron varios identificadores: los nombres y apellidos completos, el DNI, el número de la tarjeta social, las iniciales... Lo acordado finalmente fue que cada comunidad usara el identificador que creyese oportuno y que a partir de enero del presente año, les fuesen remitiendo a la Administración central las iniciales de nombres y apellidos más la fecha de nacimiento. "Se pretende también que junto a las iniciales aparezca la edad, el sexo, la vía por la que se ha contagiado y el estadío clínico en que se encuentra", señaló Noguer.

"Pero es un trabajo enorme el que hay que poner en marcha", reconoció Noguer. "Y así como algunas consejerías llevan ya mucho camino recorrido, otras aún no han empezado. Por tanto, nosotros sabemos que no podremos explotar esos datos hasta, por lo menos el año 2000".

Efectivamente, en comunidades como Andalucía y Galicia, aún no se han emprendido ningún registro de infectados. Pero otras como Navarra, Cantabria y La Rioja ya disponían al menos desde el año pasado de sistemas estadísticos, como publicó este periódico el 22 de mayo de 1998.