Polluelos en cautividad

El censo del águila imperial ibérica en España ha disminuido un 30% en cuatro años. Miguel Ferrer, un investigador del CSIC especialmente volcado en el estudio de una de las aves más amenazadas de extinción del mundo, calcula que sobreviven en libertad unas 90 parejas, distribuidas en seis núcleos: Guadarrama y Gredos; Montes de Toledo, Extremadura y Valle del Tiétar; depresión del Tajo; Sierra Morena; Sierra de Cádiz-Málaga; y Doñana, el foco con mayor densidad.Pese al conocimiento existente sobre la especie y su valor, jamás se ha logrado que se reproduzcan en cautividad en los dos centros d...

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El censo del águila imperial ibérica en España ha disminuido un 30% en cuatro años. Miguel Ferrer, un investigador del CSIC especialmente volcado en el estudio de una de las aves más amenazadas de extinción del mundo, calcula que sobreviven en libertad unas 90 parejas, distribuidas en seis núcleos: Guadarrama y Gredos; Montes de Toledo, Extremadura y Valle del Tiétar; depresión del Tajo; Sierra Morena; Sierra de Cádiz-Málaga; y Doñana, el foco con mayor densidad.Pese al conocimiento existente sobre la especie y su valor, jamás se ha logrado que se reproduzcan en cautividad en los dos centros del Ministerio de Medio Ambiente en Quintos de Mora y Sevilleja de la Jara, en Toledo. Ferrer confía en que el plan de recuperación del águila imperial, lanzado este verano, salvará anteriores deficiencias que impedían esa reproducción. Alguna tan elemental como la de juntar ejemplares de sexo distinto. "Hasta ahora no se había conseguido porque no había un programa serio, con objetivos claros y personal adecuado", indica.

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El nuevo plan del CSIC y el Ministerio de Medio Ambiente, financiado con 100 millones de pesetas, prevé especializar los dos centros oficiales, donde residen 30 parejas. Las instalaciones de Quintos de Mora se enfocarán hacia la reproducción natural, mientras que las técnicas de reproducción asistida se ensayarán en Sevilleja de la Jara. Ferrer calcula que los primeros pollos de águila imperial, incubados en cautividad, nacerán en tres años.

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