CiU pide el perdón de los 96.000 millones que deben los hospitales

Los hospitales concertados de Cataluña deben a Hacienda y a la Seguridad Social 96.000 millones de pesetas que han de comenzar a pagar a partir de enero de 1999. Pero los gestores de los hospitales aseguran que no pueden pagar, y algunos de ellos temen incluso la quiebra si están obligados a ello y Sanidad no habilita una partida especial. Pero Sanidad tampoco tiene dinero. Para evitar la debacle, CiU pedirá al Gobierno del PP la condonación de la deuda en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 1999.

Las duras restricciones presupuestarias impuestas por el Departam...

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Los hospitales concertados de Cataluña deben a Hacienda y a la Seguridad Social 96.000 millones de pesetas que han de comenzar a pagar a partir de enero de 1999. Pero los gestores de los hospitales aseguran que no pueden pagar, y algunos de ellos temen incluso la quiebra si están obligados a ello y Sanidad no habilita una partida especial. Pero Sanidad tampoco tiene dinero. Para evitar la debacle, CiU pedirá al Gobierno del PP la condonación de la deuda en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 1999.

Las duras restricciones presupuestarias impuestas por el Departamento de Economía y Hacienda a los conciertos hospitalarios reducirá sus ingresos en términos reales en un 2,5%, según los gestores de los centros, justo cuando deben comenzar a pagar la deuda histórica de 96.000 millones de pesetas acumulada en los años ochenta y principios de los noventa con la Seguridad Social. Esta deuda se ha beneficiado ya de dos moratorias, una aprobada en 1993 para tres años y otra aprobada en 1996 que termina en diciembre de 1998. En la primera de ellas, el Gobierno del PSOE aprobó la condonación de los intereses devengados. Pero la Ley de la Seguridad Social no permite ya prolongar más la moratoria, de modo que el principal debe comenzar a devolverse este año próximo. Prácticamente todos los hospitales concertados participan en mayor o menor medida de esta deuda. Los que acumulan mayor cantidad son los hospitales Sant Pau y Clínico de Barcelona, que superan los 20.000 millones. Todos los gestores consultados han indicado que si Sanidad no aporta fondos adicionales, no podrán pagar y en algunos casos, la exigencia de pago puede conducirles a la quiebra. Éste sería el caso, por ejemplo, de algunos hospitales que se han reconvertido como centros sociosanitarios y tienen, por tanto, unos ingresos que no les permiten afrontar de ningún modo la deuda. El Departamento de Sanidad, que acumula una deuda propia reconocida de 288.000 millones de pesetas, no puede habilitar una partida especial. CiU ya intentó el año pasado obtener la condonación de la deuda en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 1998, pero el problema no era perentorio en aquel momento y quedó desplazado por otras cuestiones consideradas prioritarias. Ahora, CiU sabe que la situación no admite nuevas demoras y volverá a plantear al PP la necesidad de una condonación en la negociación de los presupuestos para 1999. "Somos conscientes de que la situación es muy grave, que algunos hospitales pueden incluso verse abocados a la quiebra; por eso damos a esta cuestión la máxima prioridad", explicó ayer la diputada Zoila Riera. Incumplimiento de la ley La negociación sobre este punto, que llevarán Joaquim Molins y Francesc Homs, todavía no se ha planteado formalmente, aunque algunos contactos previos mantenidos indican una buena predisposición por parte del PP. Esta predisposición, sin embargo, puede chocar con las exigencias de Maastricht y con el agravio comparativo que pueda provocar en otras comunidades, aunque en ninguna otra existe una proporción tan alta de hospitales concertados. En el momento de aprobarse las moratorias se impuso como condición para poder acogerse a ella pagar puntualmente la cuotas de Seguridad Social. Ahora, todos los hospitales están al corriente de pago y están dispuestos a que, si se acepta la condonación, se les impongan severas condiciones de rigor presupuestario. Esta atípica situación ha llevado al Departamento de Sanidad a incumplir la normativa que establece que no podrán ser concertados los centros que mantengan deudas con el tesoro público. Los hospitales acumularon esta enorme deuda entre 1984 y 1993 porque el Departamento de Sanidad les transfirió parte de su insuficiencia presupuestaria por la vía de someterles a unas tarifas inferiores al coste real de la asistencia, y porque la mayoría de los centros emprendió ambiciosas reformas estructurales.

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