Movilizaciones de artistas y estudiantes en Santiago contra la destitución de Gloria Moure

Un centenar de artistas, críticos, alumnos de Bellas Artes y galeristas protagonizó ayer una insólita manifestación ante la sede del Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC) en protesta por la destitución de su directora, Gloria Moure. La singular concentración se encontró con un sorprendente despliegue de la policía, que bloqueó la puertas y no pemitió que nadie que no fuese periodista o empleado entrasen el edificio, donde se celebraba una reunión del patronato del CGAC. La policía llegó a golpear a algunos artistas cuando éstos se interpusieron en el recorrido de los coches de altos cargo...

Un centenar de artistas, críticos, alumnos de Bellas Artes y galeristas protagonizó ayer una insólita manifestación ante la sede del Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC) en protesta por la destitución de su directora, Gloria Moure. La singular concentración se encontró con un sorprendente despliegue de la policía, que bloqueó la puertas y no pemitió que nadie que no fuese periodista o empleado entrasen el edificio, donde se celebraba una reunión del patronato del CGAC. La policía llegó a golpear a algunos artistas cuando éstos se interpusieron en el recorrido de los coches de altos cargos de la Xunta. El experto en arte barroco Xosé Manuel García Iglesias se perfila como sucesor de Moure.

Como se esperaba, dos miembros del patronato -un órgano consultivo integrado por representantes de la Xunta y de instituciones privadas que contribuyen al presupuesto del museo, además de otras personalidades relacionadas con el mundo del arte dimitieron de sus cargos en protesta por la destitución de Moure, que se produjo el pasado lunes por parte de la consejería de Cultura de la Xunta sin que hubiera ninguna consulta previa. Se trata de los catedráticos de Estética Simón Marchán y José Jiménez, los dos únicos especialistas en arte contemporáneo entre todos los miembros de ese órgano. El patronato lo integran 22 personas, aunque a la reunión de ayer sólo asistieron 11, además del consejero de Cultura, Jesús Pérez Varela.Mientras se celebraba la reunión, en el exterior del edificio se fue concentrando un centenar de personas, entre ellas una relevante muestra del arte gallego actual. Allí estaban coreando consignas como "Queremos cultura y no basura" o "Vuelve la Inquisición" los pintores Antón Patiño, Menchu Lamas, Xosé Freixanes, Anxel Huete o Berta Cáccamo; el escultor Manolo Paz o el arquitecto Pedro de Llano, además de la dirigente del Bloque Nacionalista Galego Encarna Otero. La intención de los concentrados era entrar en el museo, en el que varios de ellos han expuesto a lo largo de los tres últimos años. Pero la sorpresa fue que una dotación de la Policía Nacional se plantó en la puerta principal y decretó, de hecho, el cierre del centro.

Los manifestantes se indignaron con la presencia de las fuerzas del orden, pero no desistieron de su empeño y permanecieron dos horas a la entrada del recinto. Algunos se amordazaron simbólicamente mientras proferían gritos a favor de la libertad de expresión. Cuando las autoridades abandonaban el edificio, la tensión se desbordó. Algunos de los artistas se colocaron delante de la salida de los vehículos oficiales, y la policía cortó por lo sano. Patiño, Freixanes y De Llano fueron algunos de los manifestantes que recibieron porrazos de los agentes en medio de la indignación general.

El consejero de Cultura aseguró desconocer que la policía custodiaba el museo. Según fuentes del CGAC, el responsable de avisar a las fuerzas de seguridad, tan pronto tuvo noticia de que iba a producirse una concentración, fue el vicepresidente del comité ejecutivo del centro, Xosé Manuel García Iglesias, quien en la práctica ha pasado a ejercer como director interino.

El nombre de García Iglesias, un especialista en arte barroco, ha sido citado insistentemente como posible relevo de Moure, aunque Pérez Varela no confirmó ayer esos comentarios. De hecho, era ya el candidato predilecto del PP cuando se abrió el CGAC, pero en aquel momento la presión de intelectuales y artistas logró convencer al presidente de la Xunta, Manuél Fraga, de que Moure era la persona indónea por su larga experiencia en el campo del arte contemporáneo.

De García Iglesias se conoce hasta ahora su predilección por el arte religioso y su vinculación al Gobierno autónomo del PP, con el que ejerció de presidente del Intituto Galego de Artes Escénicas e Musicais. En 1993 fue comisario de la exposición Galicia no tempo, un recorrido por toda la historia del arte gallego, y el año pasado dirigió también las muestras de piezas religiosas organizadas dentro del programa Terra Unica, una de las primeras iniciativas que puso en. marcha Pérez Varela tras su llegada a la consejería de Cultura.

Adhesiones

A las adhesiones a Moure se sumó ayer la Comisión de Arte del Consello da Cultura Galega, un órgano consultivo de la Xunta, que sufraga sus actividades. La citada comisión pidió al patronato del CGAC que reconsidere la destitución de Moure. Pérez Varela restó importancia a .esta iniciativa y aseguró además que son falsas algunas de las firmas del manifiesto de apoyo a Moure suscrito el pasado lunes por 60 artistas e intelectuales que incabezaban los escritores José Angel Valente y Manuel Rivas. El consejero señaló que ha recibido "treinta faxes por los menos" de personas que se desdicen de su adhesión a Gloria Moure.