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La Mesa del Aceite convoca movilizaciones para reclamar mayor cuota de producción

De nada han servido las recomendaciones de la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio. Apenas unas horas más tarde de sugerir calma al sector, la Mesa para la Defensa del Aceite de Oliva, donde están representadas organizaciones agrarias, cooperativas, industriales y sindicatos, decidió convocar movilizaciones. La Mesa rechaza la cuota de producción del borrador FischIer. (538.000 toneladas) y reclama que se ajuste a la media de producción real española: más de 800.000 toneladas (950.000 en 1997). Sólo así se garantizaría el futuro de todas las explotaciones.

La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, ha mostrado su confianza en que el comisario Franz Fischler modifique la propuesta de reforma de OCM atendiendo las peticiones españolas. Aunque una parte de la Mesa, especialmente cooperativas y Asaja -integrada en la patronal CEOE y cercana al PP-, no era favorable a las movilizaciones mientras no se conociera el texto de la propuesta final del comisario, al final se impuso la propuesta de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). La propuesta contó con el respaldo de COAG-IR, y de los sindicatos UGT y CCOO del campo.El sector agrario iniciará el próximo día 27 movilizaciones con manifestaciones en Córdoba y Jáen, que seguirán el 28 coincidiendo con el Día de Andalucía, para culminar el 17 de marzo en Bruselas, un día antes de que Fischler haga pública su propuesta. Caso de que el nuevo texto siguiera sin ser bueno paralos intereses del sector olivarero español, se convocaría una nueva manifestación en Madrid coincidiendo con la discusión de la reforma del Consejo de Ministros de Agricultura comunitario.

Lejos del triunfo

Frente a las posiciones mantenidas por la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, al calificar un éxito que el comisanio hubiera decidido prorrogar dos años como mínimo el cambio de de la ayuda por producción a ayuda por árbol, la Mesa se ha manifestado radicalmente en contra de ese optimismo, haciendo suyas las argumentaciones de UPA.Y es que el problema no está tanto en si la ayuda es por árbol o por producción para cuyo cambio Fischler concedería un periodo transitorio de dos a cuatro años. La cuestión radica ahora en que las subvenciones se concedan ajustándose a la producción real desde ya, independientemente que luego se denpor árbol o no. En ese sentido, para los sindicatos la propuesta del comisario, lejos de ser un triunfo para España, es aún mucho peor que la situación actual, al fijar para el sector solamente una cuota mínima garantizada para recibir ayudas de 538.000 toneladas (1,3 millones para toda la UE), cuando las producciones reales se hallarían en una media de 800.000 toneladas. Por ello, España pedía que se elevara la cuota de la UE a 1,8 millones de toneladas.

"Lo que pedimos", señala el secretario general de esta organización, Fernando Moraleda, "es que se nos reconozca la producción real a la hora de hacer una distribución de cuotas. Caso contrario, las penalizaciones por superación de las cuotas asignadas serían tan elevada que pondrían fuera de juego a una parte muy importante del olivar nacional con rendimientos por debajo de los 1.000 kilos por hectárea".

Con una cuota como la propuesta en el borrador de la reforma frente a la producción real, la ayuda inicial de 240 pesetas por kilo prevista por Bruselas, se reduciría a solamente unas 130 pesetas de media, pudiendo llegar a menos de 100 pesetas. Los sindicatos reclaman un presupuesto ajustado a la producción real a efectos de las ayudas. Caso de que no se lograra ese objetivo, se pide una modulación de los apoyos, dando prioridad a los pequeños y a las explotaciones de baja producción. Para el sector, la propuesta de Fischler no es solamente rechazable por lo que supone de penalización para España. Hay que tener en cuenta además que, con la cuota de 445.000 toneladas asignadas a Italia -una cifra superior a su producción-, los olivareros de ese país tendrían una sobresubvención, lo que generaría una mayor posición de competitividad y la posibilidad de poder jugar en el mercado a precios más bajos. Ana Leyva, portavoz del PSOE, acusa a la ministra de estar jugando a la confusión con el olivar.

A este recorte en ayudas, se debe sumar el hecho de que los precios en origen pueden llegar, por el aumento de las producciones, a unas 300 pesetas por kilo. De esta forma, el sector agrario sufriría fuertes reducciones de ingresos. Las explotaciones con altos rendimientos podrían permanecer en el mercado por su productividad. Por el contrario, otras marginales o de baja producción -más del 40%- donde se genera el mayor empleo, acabarían siendo eliminadas del sector y los olivares abandonados.

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