La Unesco da al Genoma el trato de Patrimonio de la Humanidad

La Unesco ha aprobado los 25 artículos de la Declaración Uni versal sobre el Genoma Humano. 60 expertos de 40 países distintos han discutido desde 1993 para llegar a un texto de consenso sobre el código de barras que, a finales del siglo XXI, nos define como humanos. Esos intangibles que son el alma y la razón habían servido hasta ahora para lo mismo desde una perspectiva religiosa o filosófica.

La Unesco considera al genoma humano como un monumento merecedor del etiquetado patrimonio de la humanidad y por eso establece que "el genoma humano en su estado natural no ha ...

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La Unesco ha aprobado los 25 artículos de la Declaración Uni versal sobre el Genoma Humano. 60 expertos de 40 países distintos han discutido desde 1993 para llegar a un texto de consenso sobre el código de barras que, a finales del siglo XXI, nos define como humanos. Esos intangibles que son el alma y la razón habían servido hasta ahora para lo mismo desde una perspectiva religiosa o filosófica.

La Unesco considera al genoma humano como un monumento merecedor del etiquetado patrimonio de la humanidad y por eso establece que "el genoma humano en su estado natural no ha de servir para efectuar ganancias económicas" y considera como contrario a la dignidad humana "la clonación con el objetivo de reproducir seres humanos", práctica que, considera, "no ha de ser permitida".

El matiz "en su estado natural" es importante porque no cierra la puerta a la investigación y a la explotación económica y Estados Unidos, a pesar de que aún no han reingresado en la Unesco, no han dejado de celebrar la que ellos consideran como "una posición liberal respecto a la investigación".

En cualquier caso se exige que se mantenga la confidenciafidad sobre los datos genéticos de las personas" y se especifica que "cada individuo tiene derecho al respeto de su dignidad y sus derechos, sean las que sean sus características genéticas" y se pide "una reparación justa" en los casos en que se produzca algún daño en el genoma de una persona.

Para Noélle Lenoir, presidente del Comité Internacional de Bioética, es importante subrayar que a partir de ahora "los derechos de cada individuo no han de ser protegidos sólo respecto al Estado sino frente a grupos como los investigadores, los médicos, las compañías de seguros o las industrias. Eso es la primera vez que se aborda en una declaración universal".

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