Una tragedia para Europa
La Comisión Europea está a favor de que se mantenga el precio único de los libros, aunque considera que la decisión final debe ser tomada por cada gobierno. Los editores y libreros europeos opinan, no obstante, que el mercado del libro está ligado al del idioma (el ejemplo es claro en los casos alemán y francés) y que no puede ser dejado al libre albedrío de cada país.
"El Tratado de Maastricht ha fijado por escrito la, responsabilidad cultural de la UE. La Comisión tiene no sólo la posibilidad sino también la obligación de tener en cuenta los aspectos culturales", manifestó en Fran...
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La Comisión Europea está a favor de que se mantenga el precio único de los libros, aunque considera que la decisión final debe ser tomada por cada gobierno. Los editores y libreros europeos opinan, no obstante, que el mercado del libro está ligado al del idioma (el ejemplo es claro en los casos alemán y francés) y que no puede ser dejado al libre albedrío de cada país.
"El Tratado de Maastricht ha fijado por escrito la, responsabilidad cultural de la UE. La Comisión tiene no sólo la posibilidad sino también la obligación de tener en cuenta los aspectos culturales", manifestó en Francfort Gerhard Kurtze, presidente de la Asociación de Editores y Libreros Alemanes. "Los mercados del libro no pueden ser vistos como mercados nacionales. Si la Comisión Europea tiene que subordinar la función de la cultura y la comunicación del libro a las reglas de la libre competencia será una tragedia para la idea europea".
"¿Quién hubiera creído que el libro y la lectura tuvieran una fuerza tal para imponerse ante los nuevos medios, en especial ante los audiovisuales? El precio único ha contribuido a que los libros, como uno de los principales fáctores de cultura, existan sin subvenciones y a que el mercado del libro se modernice y evolucione continuamente, a que los escritores desconocidos y los libros de alto nivel tengan también su oportunidad en. el mercado y, sobretodo, a que los lectores puedan disfrutar de una oferta grande y variada de libros". Los alemanes están muy beligerantes y los españoles quieren seguir su ejemplo.