OPERACIÓN GOLPE EN EL DESIERTO

Firme respaldo de Londres y Madrid al ataque

El Reino Unido demostró nuevamente ayer hasta qué punto es el aliado más sólido de Washington en el Viejo Continente. Tanto el ministro de Defensa, Michael Portillo, primero, como el primer ministro, John Major, más tarde, expresaron el "inequívoco y sólido apoyo" británico a la acción de castigo de EE UU en Irak. Sólo Madrid acompañó a, Londres en el apoyo incondicional. Francia, Rusia y China, miembros, permanentes del Consejo de Seguridad, se desmarcaron netamente de la operación militar. La Unión Europea señaló que la violencia" no es la "forma adecuada de resolver los problemas".

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El Reino Unido demostró nuevamente ayer hasta qué punto es el aliado más sólido de Washington en el Viejo Continente. Tanto el ministro de Defensa, Michael Portillo, primero, como el primer ministro, John Major, más tarde, expresaron el "inequívoco y sólido apoyo" británico a la acción de castigo de EE UU en Irak. Sólo Madrid acompañó a, Londres en el apoyo incondicional. Francia, Rusia y China, miembros, permanentes del Consejo de Seguridad, se desmarcaron netamente de la operación militar. La Unión Europea señaló que la violencia" no es la "forma adecuada de resolver los problemas".

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"El Reino Unido ha aprendido mediante amargas experiencias en los últimos años cuáles son los objetivos precisos de Sadam Husein", un dictador que ha alcanzado "un atroz récord" en lo que a la violación de los derechos humanos se refiere, señaló Major, en una breve conferencia de prensa convocada a toda prisa, informa Lola Galán desde Londres.Preguntado por los periodistas si no resulta exagerada la reacción punitiva de Washington ante la ofensiva menor de Sadam Husein, el primer ministro británico recalcó que una invasión en la que participan 45.000 soldados y 300 tanques no el cosa de broma. "Sadam es un enemigo para todos, incluido su propio pueblo", añadió.

Tanto Alemania como Italia manifestaron, con distinto grado de entusiasmo, su apoyo a la operación de castigo. De "adecuada y justificada" calificó el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Klaus Kinkel, la reacción estadounidense a la toma de la capital kurda de Arbil por parte de las tropas iraquíes. El Gobierno italiano consideró como una "respuesta inevitable" el lanzamiento de misiles sobre posiciones militares iraquíes.

El Gobierno francés marcó una neta distancia con el británico y se mostró "inquieto" ante la decisión estadounidense de bombardear objetivos en Irak, y recordó que "Irak no ha violado las resoluciones de la ONU al intervenir militarmente en el Kurdistán". Según un portavoz del Ministerio de Exteriores en París, "Irak está en su casa y su intervención responde a la demanda de uno de los más importantes movimientos kurdos". Según París, y en un terreno jurídico, "las resoluciones del Consejo de Seguridad no prohíben la presencia militar iraquí en las provincias del norte", aunque sí la de sus fuerzas aéreas.

Hervé de Charette, ministro de Exteriores, hizo una breve declaración al mediodía en la que insistía en el desacuerdo francés respecto a la iniciativa del presidente Clinton, que la noche del lunes llamó a su homólogo francés, Jacques Chirac, para comunicarle su decisión de atacar.

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La OTAN otorgó ayer su apoyo a la acción estadounidense en Irak, que calificó de respuesta "justificada, medida y proporcionada" a las violaciones de las órdenes dictadas por la ONU, manifestó el secretario general de la Alianza, Javier Solana. Sadam Husein debería retirar inmediatamente sus fuerzas de la zona, abstenerse de todo nuevo ataque y aplicar íntegramente las resoluciones de la ONU, añadió el jefe de la, Alianza. Pero el tono de la reacción atlántica fue relativamente moderada, dadas las discrepancias existentes en su seno, escribe Xavier Vidal-Folch desde Bruselas.

Violencia inadecuada

Mucho más crítica fue la reacción de la Unión Europea (UE), que por boca del primer ministro irlandés, John Bruton, presidente en ejercicio de la comunidad, señaló que no creía que "la violencia" fuera "la forma adecuada de resolver los problemas". Bruton añadió que se trató de "una acción unilateral de EE UU" y que no había consultado "con nadie" esta acción.Desde Rusia se tachó la operación militar contra Irak de "inadecuada e inaceptable". Moscú coincidió con Pekín en la interpretación de que la integridad territorial y la soberanía de Irak deben ser respetadas", como se señalaba en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

Rusia "insiste en el cese de todas las acciones militares en Irak, que amenazan la soberanía y la integridad territorial de ese país", subraya una declaración oficial del Gobierno ruso, que advierte que las medidas de fuerza pueden tener "peligrosas consecuencias- itanto regionales como internacionales", informa Rodrigo Fernández desde Moscú. Rusia confirmó su oposición a aplicar "métodos de fuerza contra Irak", ya que ello conduce a "nuevas y nuevas crisis en la región".

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