La medicina logra superar el rechazo fulminante a los órganos de cerdo

El hospital de La Coruña inicia un programa de xenotrasplante

El principal escollo que impedía el trasplante de órganos de especies animales al hombre, el rechazo hiperagudo se considera superado. Un equipo de la Universidad de Cambridge, en Gran Bretaña, ha trasplantado órganos de cerdos transgénicos a monos, especie muy parecida a la humana, y ha logrado que sobrevivieran más de 30 días. Los investigadores han modificado los órganos del cerdo mediante ingeniería genética, de tal modo que han logrado evitar el rechazo fulminante que impedía el trasplante entre especies tan distintas. Un equipo de La Coruña se sumará al proyecto con un programa de xenot...

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El principal escollo que impedía el trasplante de órganos de especies animales al hombre, el rechazo hiperagudo se considera superado. Un equipo de la Universidad de Cambridge, en Gran Bretaña, ha trasplantado órganos de cerdos transgénicos a monos, especie muy parecida a la humana, y ha logrado que sobrevivieran más de 30 días. Los investigadores han modificado los órganos del cerdo mediante ingeniería genética, de tal modo que han logrado evitar el rechazo fulminante que impedía el trasplante entre especies tan distintas. Un equipo de La Coruña se sumará al proyecto con un programa de xenotrasplante, el primero de España.

Cuando se implanta en un organismo un tejido de una especie muy distante, como puedan ser la humana y la porcina, el sistema inmunológico lo reconoce como un cuerpo extraño y desencadena un ataque fulminante que provoca la coagulación de la sangre en el órgano implantado. Ante la falta de oxígeno, el órgano muere en cuestión de minutos. Superar el rechazo hiperagudo era, pues, el primer escollo que vencer para que el xenotrasplante fuera posible.Una investigación de la Universidad de Cambridge (Gran Bretaña) permitió ayer a David White anunciar en el XVI Congreso Internacional de Trasplantes que este problema puede considerarse superado, "aunque aún es preciso investigar más antes de intentar el trasplante en humanos".

White explicó así el procedimiento: "El rechazo hiperagudo lo provoca un sistema complejo de enzimas que denominamos complemento, encargado de defender al organismo de la presencia de cuerpos extraños. Son una especie de bombas que agujerean las células enemigas, unas bombas inteligentes porque disponen de un mecanismo que les permite identificar su objetivo y dirigirse selectivamente hacia él".

Para evitar el rechazo había dos caminos inactivar las bombas, algo imposible porque supondría dejar al individuo sin defensas frente a otros agentes patógenos, o intentar conseguir que las células intrusas no fueran identificadas como extrañas. ¿Cómo lograrlo?: "Todas las células del organismo", explicó Whyte, "disponen de unas proteínas que actúan como un marcador, como la bandera que permite al sistema inmunológico identificarlas como amigas, y no como cuerpo extraño. Precisamente la carencia de estas proteínas provoca las enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmune destruye las células del propio organismo".Identificado el mecanismo, se trataba de conseguir que el órgano del cerdo llevara estas proteínas con el fin de que no fuera identificado como enemigo. La ingeniería genética ha sido el instrumento que ha permitido dar ese paso de gigante: '1dentificamos el gen humano que sintetiza esta proteína y lo inyectamos en un embrión de cerdo. De esta forma conseguimos un cerdo transgénico en cuyas células se expresa la proteína humana que luego permitirá que el órgano sea aceptado por el receptor".De momento, los trasplantes se han ensayado en monos porque es la especie más próxima a la humana. "Si el resultado es bueno en los monos, en humanos puede ser mejor puesto que el gen introducido es humano", indicó White. No quiso, sin embargo, precisar cuándo se probará en humanos. "Hemos de conseguir una mayor supervivencia y estudiar, además, los otros problemas de rechazo", añadió. Porque, obviamente, superado el rechazo de especie, queda todavía el rechazo convencional, que implica mecanismos distintos y también se produce en los trasplantes entre humanos. Al respecto, White anunció que el hospital Juan Canalejo de La Coruña colaborará en la investigación con un programa de xenotrasplantes con cerdos transgénicos que dirigirá Rafael Máñez. Éste trabajó durante cinco años en Pittsburg (Estados Unidos) y ahora ha recibido el encargo de dirigir el primer proyecto español de xenotraplante.

Colaboración española

"Nuestra colaboración se centrará en estudiar cómo deprimir el sistema inmunológico de forma que no se produzca el rechazo pero el enfermo pueda conservar las defensas suficientes para no ser atacado por otros agentes patógenos", explicó Máñez a este diario.Hasta ahora el xenotrasplante se había centrado en el mandril por ser la especie más próxima a la humana. Incluso se han efectuado tres trasplantes en humanos, dos de hígado, a cargo del equipo de Thomas StarzI, y otro de corazón, a Baby Fae, una niña de cuatro meses. Pero esta investigación está ahora en vía muerta. ¿Por qué trasplantar órganos de cerdo si el mono, por su mayor proximidad al hombre, provoca menos rechazo?

Antoni Caralps, jefe del servicio de Nefrología del hospital Germans Trias y Pujol de Badalona, pionero del trasplante de riñón en España, responde: "En el caso del mono existe el problema de la posible transmisión de enfermedades muy graves al hombre. Hay pocos monos de tamaño adecuado y sería difícil lograr un número suficiente de órganos. Tenga en cuenta que se necesitan 400.000 riñones anuales. Además, el trasplante de una especie tan desarrollada y próxima plantea también problemas de tipo ético".

"Por otra parte", continúa, "el cerdo tiene unas características bioquímicas muy adecuadas. De este animal se utiliza ya la insulina para la diabetes, las válvulas cardiacas y hasta la piel para tratar quemaduras".

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