Londres mantiene su 'no cooperación' con Europa

La línea dura, partidaria de la política de no cooperación con Europa, se mantiene, siquiera momentáneamente, en el Gobierno británico como método para lograr el levantamiento del embargo que pesa sobre la carne de vacuno británica. La política obstruccionista con la Unión Europea (UE), decidida por el primer ministro John Major hace una semana, quedó reforzada el domingo por la noche, tras un nuevo encuentro del Gabinete de guerra.No obstante, personalidades como Douglas Hurd, anterior ministro de Exteriores, y Leon Brittan, comisario europeo, han pedido a Major que recon...

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La línea dura, partidaria de la política de no cooperación con Europa, se mantiene, siquiera momentáneamente, en el Gobierno británico como método para lograr el levantamiento del embargo que pesa sobre la carne de vacuno británica. La política obstruccionista con la Unión Europea (UE), decidida por el primer ministro John Major hace una semana, quedó reforzada el domingo por la noche, tras un nuevo encuentro del Gabinete de guerra.No obstante, personalidades como Douglas Hurd, anterior ministro de Exteriores, y Leon Brittan, comisario europeo, han pedido a Major que reconsidere una postura que puede ser contraproducente para el país. Hurd aceptó el uso de la no cooperación para un periodo breve, pero advirtió de lo absurdo y arriesgado de proseguir un camino que puede impedir que el Reino Unido firme temas de interés nacional. En este sentido, el portavoz de Exteriores laborista, Robin Cook, pidió al Gobierno que no boicotee los acuerdos para frenar el fraude en la UE, pero los representantes de Londres en Bruselas desoyeron su propuesta.

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Mientras, en el seno del Partido Conservador se alzan cada vez más voces contra la línea dura. Major dio luz verde a una ofensiva diplomática al enviar a sus ministros de Agricultura y Exteriores, Douglas Hogg y Malcolm Rifkind, en visita a ocho capitales europeas. Previamente, Hogg aterrizó ayer en Luxemburgo con un abultado paquete de medidas para atajar la incidencia de la encefalopatía bovina espongiforme, incluida la del sacrificio selectivo del ganado más propenso a la infección.

Sí logran el apoyo de la Comisión Europea, los británicos podrán conseguir el levantamiento del embargo que pesa sobre el sebo, gelatina y semen de buey, aunque está por ver si esto será suficiente para que Londres deponga su actitud hostil. De creer a Roger Freeman, el actual encargado británico de coordinar la política de boicoteo a las instituciones de la UE, los diplomáticos del Reino Unido continuarán la huelga de brazos caídos hasta que la Comisión no ofrezca a Londres un calendario pormenorizado con los pasos y los plazos necesarios para el levantamiento de la prohibición de exportar vacuno británico.

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