Juan Arias revisa a Mussolini como antídoto contra el resurgimiento del fascismo

Juan Arias, ex corresponsal de EL PAÍS en Italia y actual Defensor del Lector en este periódico, presentó ayer el libro que ha escrito sobre la vida y muerte del Duce, titulado La caída de Mussolini (Planeta). Se trata de una obra que se propone, en tono claro y distendido, aunque no por eso menos serio y documentado, recorrer los aspectos políticos y humanos que encumbraron y llevaron al fracaso a Benito Mussolini. Arias propone una revisión de Mussollini para evitar el resurgimiento del fascismo.

El acto de presentación del libro, ayer, en el Instituto Italiano de Cultura de Madrid, c...

Juan Arias, ex corresponsal de EL PAÍS en Italia y actual Defensor del Lector en este periódico, presentó ayer el libro que ha escrito sobre la vida y muerte del Duce, titulado La caída de Mussolini (Planeta). Se trata de una obra que se propone, en tono claro y distendido, aunque no por eso menos serio y documentado, recorrer los aspectos políticos y humanos que encumbraron y llevaron al fracaso a Benito Mussolini. Arias propone una revisión de Mussollini para evitar el resurgimiento del fascismo.

El acto de presentación del libro, ayer, en el Instituto Italiano de Cultura de Madrid, convocó a un destacado grupo de intelectuales, periodistas y políticos que analizaron las diversas caras y consecuencias del fascismo. El embajador de Italia en España, Raniero Vanni d'Archirafi, presidió el debate, en el que participaron el historiador italiano Giordano Bruno Guerri; el filósofo y catedrático de Ética Fernando Savater; el político y ex secretario general del PCE Santiago Carrillo; el historiador y escritor Javier Tusell, y el director de EL PAÍS, Jesús Ceberio.El autor dijo haber aprendido mucho con este libro. "He aprendido que los dictadores no llegan de otra galaxia, nacen y se forman como cualquier persona y no existirían sin las circunstancias apropiadas para poder triunfar". Arias señaló que "sobre Mussolini se suelen citar más tópicos que verdades" y que "es fácil que se encienda la llama del fascismo, y una vez encendida es difícil apagarla. La hoguera de un nuevo fascismo sería hoy más violenta y peligrosa que en tiempos de Mussolini. Pero ahora vivimos un periodo con mas información que la que tuvieron anteriores generaciones, eso actualiza la memoria histórica y ambas son un antídoto contra el resurgimiento de este fenómeno".

Interpretaciones

Guerri apuntó que es ahora cuando empiezan a surgir interpretaciones más iluminadoras de este periodo y alabó el esfuerzo clarificador de Juan Arias en este sentido. "Hasta hace poco éste era un periodo que sólo habían estudiado los historiadores italianos de una forma denigratoria, reduciéndolo a una caricatura. No se ha podido penetrar en la espesura cultural política y social de este fenómeno desde una perspectiva más amplia", afirmó.Para Fernando Savater, el fascismo se ha convertido en un término arquetípico, distante de su sentido original, y ligado al autoritarismo, el nacionalismo y la xenofobia. Sin embargo, destacó, como se dice en el libro, que en la época de Mussolini el fascismo se expresaba con una vitalidad y alegría que los movimientos que lo imitan hoy ya no tienen.

Santiago Carrillo dijo que este libro puede dar razones a los jóvenes para rechazar el fascismo y Javier Tusell, al comparar las dictaduras de Mussolini y Franco, concluyó que el siglo XX inventó dictaduras brutales y muy distintas entre sí. "No saber definirlas puede significar hoy no saber distinguirlas a tiempo", señaló.

Jesús Ceberio se refirió al lenguaje fascista y a la importancia que éste tuvo en el régimen e Mussolini. Al compararlo con la situación en España y el tránsito de la prensa desde el franquismo hasta el día de hoy, Ceberio afirmó que "es difícil encontrar restos de lenguaje fascista en estado puro en la prensa española, pero rastreando un poco se encuentran huellas de autoritarismo que se están acentuando últirnarnente". "La prensa española es más intolerante hoy que hace 12 o 14 años", dijo. "Los periódicos deben recuperar un espacio de diálogo y no ser un campo de batalla, propio de tiempos pasados".