Entrevista:

UNA ESCRITORA CONDENADA A MUERTE

Esta entrevista fue realizada en Dhaka por Birgit Schwarz, la corresponsal en Asia de Der Spiegel, cuatro días antes de que Taslima Nasrin decidiera pasar a la clandestinidad. En ella reafirma las declaraciones sobre el Corán que realizó a un periódico indio y que han provocado la orden de detención que existe contra ella en Bangladesh.

Un juez de Dhaka ha ordenado el arresto de la escritora Taslima Nasrin, contra la que ya pesaba la fatwa de un grupo fundamentalista islámico aderezada con la recompensa de 100.000 taka (350.000 pesetas) para quien acabe con su vida.Esta mujer, de...

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Esta entrevista fue realizada en Dhaka por Birgit Schwarz, la corresponsal en Asia de Der Spiegel, cuatro días antes de que Taslima Nasrin decidiera pasar a la clandestinidad. En ella reafirma las declaraciones sobre el Corán que realizó a un periódico indio y que han provocado la orden de detención que existe contra ella en Bangladesh.

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Un juez de Dhaka ha ordenado el arresto de la escritora Taslima Nasrin, contra la que ya pesaba la fatwa de un grupo fundamentalista islámico aderezada con la recompensa de 100.000 taka (350.000 pesetas) para quien acabe con su vida.Esta mujer, de 32 años, médico de profesión, ha optado por la clandestinidad. Se le acusa de criticar el Corán en una entrevista publicada en un periódico indio, pero su pecado viene de lejos. Empieza con sus poemas eróticos, sigue con la publicación de su novela Vergüenza, en octubre de 1993, y se consuma con su defensa de los derechos de las mujeres contra la sharia. Los últimos acontecimientos y la manifestación de miles de fundamentalistas que pedían su cabeza por las calles de la capital bangladesí, la convierten en una versión femenina de Salman Rushdie.

"El Corán está equivocado"

Escribe desde sus experiencias personales y no se considera fe minista, sólo reconoce haber leido "algunos capítulos" de El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, y de Una habitación propia, de Virginia Woolf.Pregunta. Los musulmanes fanáticos la han sentenciado a muerte por blasfemia. Le acusan de ser "peor que una prostituta". ¿Piensa a menudo en la muerte?

Respuesta. Estoy alerta, pero no asustada. Les oí incitando a la gente con altavoces frente a mi apartamento, gritando eslóganes como: "Si quieres salvar al islam, tienes que colgar a Taslima". Pero no sentí pena por mí, sentí pena por mi país. Están haciendo una injusticia en el nombre de Dios. Pero no puedo llegar a un compromiso con ellos para salvar mi vida. Debo escribir contra ellos hasta que muera.

P. Usted ha escrito contra la discriminación de la mujer durante los últimos cinco años...

R. ... Y han estado pidiendo mi muerte desde entonces. Creo que el Corán se equivoca en muchos aspectos. Y, según sus fundamentos, las mujeres están oprimidas. Creo que es mi obligación rebelarme. ¿Por qué una mujer sólo tiene derecho a un tercio de las propiedades de sus padres, mientras que el hijo hereda dos tercios? ¿Por qué una mujer no se puede divorciar?

P. Son preguntas que se están contestando muchas feministas musulmanas. Sin embargo, ellas no cuestionan el Corán. Según los estudiosos de la ley islámica, quienes lo hacen deben ser sentenciados a muerte. ¿Cómo cobró valor para desafiar esta condena a muerte sembrando dudas sobre el Corán?

R. Debía de tener 11 o 12 años cuando lo descubrí: el Corán se equivoca. Aprendíamos en la escuela que la Tierra gira alrededor del Sol. Pero el Corán dice que la Tierra está quieta y sostenida por una montaña. Mi madre no tenía explicación de esta contradicción. Simplemente dijo: "El Corán es el libro de la Verdad. Será mejor que lo creas". No sé por qué tanta gente tiene este tipo de fe ciega.

P. Su padre es médico. ¿Cómo respondía a sus dudas?

R. Mi padre decía: "La religión no es lógica. Nadie debe discutirla". Ya desde entonces sabía que el Corán estaba equivocado. ¿Cómo puedo difundir un libro así de acientífico en nuestra científica vida?

P. ¿Quiere reescribir el Corán, modernizarlo?

R. El Corán no debe seguir siendo la base de la ley. Hace 1.400 años, cuando apareció, debió de ser útil para luchar contra el barbarismo. Pero hoy vivimos en una sociedad moderna, en la era de la ciencia y la tecnología. Ya no se necesita el Corán. Estorba al progreso y a la liberación de la mujer.

P. ¿Está sugiriendo que hay que librarse del Corán?

R. En una sociedad moderna civilizada los libros religiosos ya no son necesarios. Se escribieron con un propósito: sostener la superioridad de los hombres sobre las mujeres. En nuestra sociedad una mujer no tiene oportunidades. No le está permitido tener deseos sexuales, no puede hablar de abuso sexual. No puede ni siquiera decidir el número de hijos que quiere tener. Su marido la ve como su esclava. Usa su útero para producir hijos y pasarlo bien. Las mujeres deben tener derecho sobre su útero. Deben tener libertad, tanto de cuerpo como de mente

P. Profesoras feministas musulmanas, como la marroquí Fa tema Mernissi, argumentarían que el Corán mismo no es en absoluto hostil a la emancipación. Ella cree que el problema reside en "aquellos que reclaman el pasado para reforzar el desprecio a las mujeres".

R. El problema es la intolerancia del islam, que no permite interpretación del Corán. El problema es la intolerancia de los fundamentalistas. Yo lucho con una pluma, y ellos quieren golpearme con una espada. Yo expreso mis pensamientos y ellos quieren matarme. No voy a dejar de escribir nunca y estoy decidida a no llegar a un compromiso con los fundamentalistas o un Gobierno que tolere el islam como una religión de Estado. Ahora estamos en guerra, la gente progresista y los fundamentalistas.

P. ¿Aún se considera musulmana?

R. No. Soy atea. Creo que la religión, cualquier religión, está fuera de lugar, pasada de moda. Sueño con un mundo sin religión. La religión es la semilla, el árbol es el fundamentalismo.

Puedes cortar el árbol. Pero la semilla sigue, y el árbol volverá a crecer. Mientras no quites la semilla, no acabarás con los fundamentalistas.

P. Al decir esto hiere los sentimientos de los creyentes moderados, también.

R. A la gente religiosa le falta una perspectiva amplia.

P. Muchos hombres podrían decir lo mismo de las feministas.

R. No soy feminista. Soy un ser humano y escribo contra la discriminación y el racismo.

P. Salman Rushdie, su compañero en sufrimiento, que fue sentenciado a muerte por el régimen de Jomeini, dijo una vez: "La gente que parece conocer exactamente cómo debe ser el mundo, es gente peligrosa".

R. Creo que Rushdle tiene miedo a los fundamentalistas. Mi firme creencia es que un sistema basado en la religión no es bueno. Y en cualquier caso mi preocupación es diferente, más general. Rushdie atacó la vida personal de los profetas. Sin embargo, yo quiero cambiar mi sociedad. Quiero mejorar las condiciones sociales y económicas de las mujeres.

P. Uno de sus poemas dice: "Quiero comprarme un chico... Un chico virgen, de aspecto apetecible, de torso peludo. Quiero comprarme un chico y abusar de él como yo quiera". ¿Quiere invertir el equilibrio de poder?

R. No. El poema es una alegoría, una protesta contra una sociedad chovinista en la que los hombres creen que tienen derecho a comprar y abusar de las mujeres. Sin embargo, encuentran chocante lo contrario.

P. Usted nació en una familia moderadamente religiosa. Se casó varias veces y se le permitió elegir sus maridos. Su padre hizo que estudiara Medicina. Sin embargo, habla de los "insoportables dolores y penas" de su infancia. ¿A qué se refiere?

R. A partir de los 11 años no se me permitía salir de casa, excepto para ir a la escuela. ¿Qué clase de sociedad es ésta, en la que las mujeres tienen que, ser encerradas para su protección?

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