20 pináculos más de la catedral de León corren el peligro de caerse

Alrededor de 20 de los más de 100 pináculos de la catedral de León "corren peligro de desplomarse, debido a su mal estado", reconoció ayer a este periódico el director de la escuela taller de la capital leonesa, Francisco Azconegui.

Algunos de estos 20 pináculos se "mueven", otros se hallan sin la parte superior o han perdido la mitad o una tercera parte de su decoración. El frágil estado de varios de los pináculos ha sido objeto en ocasiones de reuniones puntuales de la campaña pública Salvemos la catedral, que en dos años ha recaudado 42 millones de pesetas para el arreglo ...

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Alrededor de 20 de los más de 100 pináculos de la catedral de León "corren peligro de desplomarse, debido a su mal estado", reconoció ayer a este periódico el director de la escuela taller de la capital leonesa, Francisco Azconegui.

Algunos de estos 20 pináculos se "mueven", otros se hallan sin la parte superior o han perdido la mitad o una tercera parte de su decoración. El frágil estado de varios de los pináculos ha sido objeto en ocasiones de reuniones puntuales de la campaña pública Salvemos la catedral, que en dos años ha recaudado 42 millones de pesetas para el arreglo de diversas deficiencias del templo.

La ministra de Cultura, Carmen Alborch, transmitió ayer al gobernador civil de León, Manuel García, su profunda preocupación por la caída de un pináculo gótico del siglo XIII sobre el tejado de la nave sur (el cuarto en los últimos siete años), debido a la acción del viento y a un pesado nido de cigüeñas con crías. Se calcula que la reparación de este pináculo oscila entre los siete y ocho millones de pesetas.

Las obras de restauración podrían comenzar hoy, según dijo ayer el consejero de Cultura, de la Junta de Castilla y León, Emilio Zapatero. La Escuela Taller de León realizará el arreglo del tejado de forma inmediata.

Zapatero manifestó ayer en Segovia, informa Aurelio Martín, que "habrá que decidirse de una vez o por las cigüeñas o por los monumentos". La costumbre de estas aves hace que más de un centenar duerman en la catedral leonesa, a pesar de las medidas tomadas por el cabildo y la escuela taller, aun a pesar de las críticas de grupos ecologistas.

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