EL DECLIVE DE UNA REGIÓN INDUSTRIAL

117 empresas despidieron a 1.289 trabajadores al subir la cuesta de enero

La cuesta de enero fue especialmente dura para las empresas madrileñas. Muchas se quedaron a la mitad, y otras pretendieron soltar lastre en el camino reduciendo sus plantillas. Cada día, una media de cuatro compañías presentaron expedientes de regulación de empleo para suspender temporal o definitivamente los contratos de sus trabajadores. En total fueron 117 sociedades y 1.289 los empleados afectados. De ellas, 24 solicitaron a la autoridad laboral el cierre total. En algo coinciden la patronal y los sindicatos: la industria es el sector más castigado por la crisis.

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La cuesta de enero fue especialmente dura para las empresas madrileñas. Muchas se quedaron a la mitad, y otras pretendieron soltar lastre en el camino reduciendo sus plantillas. Cada día, una media de cuatro compañías presentaron expedientes de regulación de empleo para suspender temporal o definitivamente los contratos de sus trabajadores. En total fueron 117 sociedades y 1.289 los empleados afectados. De ellas, 24 solicitaron a la autoridad laboral el cierre total. En algo coinciden la patronal y los sindicatos: la industria es el sector más castigado por la crisis.

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De las 117 empresas que presentaron expediente de crisis en el pasado mes de enero, 17 tienen más de 50 trabajadores. El sector servicios ha sido el que más ha sufrido en la cuesta del primer mes del año, en lo que a número de empresas afectadas se refiere, con 56 expedientes y 797 trabajadores afectados.Pero la incidencia en el empleo ha sido, con diferencia, mayor en el sector industrial, en el que 797 trabajadores van a ver suspendidos o extinguidos sus contratos a causa de las dificultades económicas alegadas por 49 empresas. Si la tónica habitual no se rompe, más del 90% de los expedientes presentados serán aprobados por la autoridad laboral competente.

Los expedientes, que se presentan en la Dirección General de Trabajo, pueden justificarse por fuerza mayor (un incendio de la fábrica, por ejemplo), por cuestiones tecnológicas (adquisición de maquinaria que hace innecesaria la, mano de obra) o por razones económicas (estado de desequilibrio crítico en las cuentas de la empresa). Casi la totalidad de las firmas que solicitaron permiso a la autoridad laboral para reducir las plantillas alegaron causas económicas.

Para Pablo Gómez Albo, uno de los responsable de la patronal madrileña (CEIM), esas cifras son "la punta del iceberg". 'Madrid está sufriendo una terrible crisis, que afecta especialmente a la industria y a la construcción", señala. A pesar de que las carteras de pedidos de las industrias han notado una sensible mejoría, Gómez Albo augura que sólo la construcción podrá levantar cabeza, ya que no cuenta con la competencia extranjera, que es la verdadera soga que aprieta el cuello de la ahogada industria madrileña.

El responsable de política industrial de Comisiones Obreras, Alfredo García, añade que este sector en Madrid está invadido por empresas extranjeras, en contra de lo que ocurre en el País Vasco y Cataluña, donde las empresas propias de esas autonomías tienen un peso importante en el sector: "En Madrid no se puede controlar igual, porque dependemos de las estrategias internacionales, que no están por la labor de quedarse aquí, como se está demostrando".

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Pero los empresarios de aquí tampoco están por la labor, al menos en las circunstancias actuales. "Es necesario un clima favorable para que haya inversión, y para ello los empresarios necesitan incentivos fiscales y otras medidas que reduzcan los costes de producción, como la reforma laboral, que, aunque por sí sola no va a generar empleo, sí que va a facilitar la contratación", explica Gómez Albo.

El secretario regional de CC OO, Rodolfo Benito, no ve por ningún lado el tapón que frene la destrucción de empleo y del tejido industrial: "Estamos preocupadísimos todos, porque la cosa ya es prácticamente irreversible; cuando el Gobierno regional reaccione, ya no habrá nada que hacer".

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