Tribuna:

iSalud!

El ruido, la contaminación, las prisas... A veces, Madrid pesa. Algunos, los más débiles, se refugian en el tabaco, el alcohol e incluso las drogas. Pero si la urbe oprime, en su infinita variedad también ofrece antídotos, como se vio hace poco en la Casa de Campo, durante el II Simposio Internacional de Medicina Natural 93.En una de la veintena de las casetas se prometía que cápsulas de una sustancia natural combatirían el estrés, "esta enfermedad a la cual todos estamos expuestos, debido al ritmo de vida que desarrollamos". Otro producto produce "una mayor vivacidad, un aumento de la energía...

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El ruido, la contaminación, las prisas... A veces, Madrid pesa. Algunos, los más débiles, se refugian en el tabaco, el alcohol e incluso las drogas. Pero si la urbe oprime, en su infinita variedad también ofrece antídotos, como se vio hace poco en la Casa de Campo, durante el II Simposio Internacional de Medicina Natural 93.En una de la veintena de las casetas se prometía que cápsulas de una sustancia natural combatirían el estrés, "esta enfermedad a la cual todos estamos expuestos, debido al ritmo de vida que desarrollamos". Otro producto produce "una mayor vivacidad, un aumento de la energía vital y una excitación sexual nueva, que había desaparecido". Encargamos 50 cajas.

Había infinidad de libros sobre curaciones y regímenes alternativos. Para animarte a una sesión de hidroterapia de colon, el fabricante avisa que "la muerte se esconde en el intestino". Otro aparato, el sistema audiovisual de estados mentales, "le permite visualizar sus propias ondas cerebrales en el monitor de su ordenador personal".

Una planta más arriba se versaba sobre el insomnio y el dolor crónico, la leucemia y el cáncer, la celulitis. Uno de los ponentes, una joven vasca, es especialista en reflexología, cromoterapia, quinesiología, terapia floral, oligoterapéutica, musicoterapia...

Y en eso, justo cuando dudábamos ante tan variada oferta, nos encontramos con el amigo I., que tenía un aspecto magnífico, rebosaba optimismo y alegría. Cuando preguntamos el motivo, nos refirió a la doctora J., una reconocida especialista en terapias alternativas.

Ella reveló que todo parte de una alimentación racional (entre otras normas, se prohíbe mezclar proteínas e hidratos de carbono en al misma comida, y las frutas siempre se tomarán en ayunas). Luego se buscará una correcta ionización -el aire contaminado de las ciudades aporta demasiados iones positivos- y se mejorará la lateralidad corporal. De ahí es posible alcanzar mentes y emociones constructivas y desterrar la depresión, el mal humor y el miedo.

"En la ciudad sí hay amor y amistad", dijo la doctora. "Siempre hay un tiempo para encontrarse con su llamada interior, y la salud debe ser un camino para ese encuentro. Partiendo de un cuerpo sano, se puede lograr un equilibrio mental y emocional".

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¿Paz y sosiego en los Madriles? ¿Sería eso lo que experimentaba el amigo I? Fijamos una hora de consulta, y de repente la ciudad parecía más llevadera. En señal de renovada ilusión, brindamos levantando una copa de sabrosa pócima natural, mezcla de chucrú, col y remolacha roja fermentada.

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