Tribuna:

Viticultores galos se oponen a la importación de vino a granel español

Viticultores franceses de la región de Aude, que en los últimos días por medio de los Comités de Acción Vitícola vertieron el contenido de varios camiones cisterna españoles, se oponen al embotellado en Francia de vinos importados a granel que se mezclan posteriormente con caldos del país vecino para su comercialización como vinos de mesa sin especificar su origen.La calidad de los vinos de importación italianos y españoles y, sobre todo, su mejor precio, ha dado lugar a que en los últimos tiempos los embotelladores franceses utilicen estos caldos adquiridos en el exterior para el ...

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Viticultores franceses de la región de Aude, que en los últimos días por medio de los Comités de Acción Vitícola vertieron el contenido de varios camiones cisterna españoles, se oponen al embotellado en Francia de vinos importados a granel que se mezclan posteriormente con caldos del país vecino para su comercialización como vinos de mesa sin especificar su origen.La calidad de los vinos de importación italianos y españoles y, sobre todo, su mejor precio, ha dado lugar a que en los últimos tiempos los embotelladores franceses utilicen estos caldos adquiridos en el exterior para el coupage o mezcla con vinos franceses lo que ha provocado las protestas de los agricultores galos que han visto caer sus volumen de ventas.

La práctica del coupage es algo autorizado por la legislación comunitaria y consiste en la mezcla de diferentes vinos, tanto en un país, como en el conjunto de los Estados miembros de la Comunidad Europea, hasta lograr un producto sin denominación de origen de color o sabor acorde con las demandas de determinados mercados.

La Federación Española del Vino ha manifestado su protesta ante la actitud de los viticultores franceses a la vez que ha pedido protección para los camiones cisterna y que el gobierno francés indemnice los daños causados por los agricultores.

Las exportaciones españolas de vino que experimentaron una sensible caída en el momento del ingreso de España en la Comunidad Europea, han tenido una fuerte recuperación hasta superar en 1991 los 7,6 millones de hectolitros por un valor superior a 80.000 millones de pesetas frente a unas producciones medias nacionales de 35.000 hectolitros.

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