Vargas Llosa divide a los Intelectuales con su opinión sobre el empobrecimiento de Barcelona

El escritor denunció la pérdida de cosmopolitismo de la capital catalana

Las recientes declaraciones del escritor Mario Vargas Llosa sobre el "empobrecimiento cultural que está viviendo Barcelona a causa de la defensa de lo peculiar catalán" no han dejado indiferentes a los escritores e intelectuales catalanes, que se dividen a la hora de alinearse o rebatir los argumentos expuesto por el escritor peruano, quien a finales de la década de los sesenta fijó su residencia en Barcelona. Mientras algunos, como Quim Monzó, consideran que las declaraciones son "Ia gilipollez de un turista", otros, como Félix de Azúa, creen que "es evidente que Vargas Llosa dice lo que todo...

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Las recientes declaraciones del escritor Mario Vargas Llosa sobre el "empobrecimiento cultural que está viviendo Barcelona a causa de la defensa de lo peculiar catalán" no han dejado indiferentes a los escritores e intelectuales catalanes, que se dividen a la hora de alinearse o rebatir los argumentos expuesto por el escritor peruano, quien a finales de la década de los sesenta fijó su residencia en Barcelona. Mientras algunos, como Quim Monzó, consideran que las declaraciones son "Ia gilipollez de un turista", otros, como Félix de Azúa, creen que "es evidente que Vargas Llosa dice lo que todos sabemos".

Manuel Vázquez Montalbán opina que las declaraciones de Mario Vargas Llosa evidencian el peligro de la "mitificación de una época, que va de 1968 a 1975, que fue un ensayo general de la transición". "Si se hace un análisis detallado, se comprobará que lo que se hizo en aquella época tampoco fue tanto", afirma el escritor."A diferencia del resto de España, en Cataluña existía un clima cultural y una inquietud. Barcelona era un caso deslumbrante, pero hay que ver este deslumbramiento en el contexto de la luz de la época. Ahora, cuando se analiza el hecho cultural catalán se hace, muchas veces, sólo desde el aspecto de la normalización lingüística. Este ha sido un efecto lógico, pero no es el único resultado del cambio. Por mi parte", añade Vázquez Montalbán, "cuanta más normalización exista, más tranquilo me siento. Desde mi punto de vista, en Barcelona continúa existiendo, como hace años, una dinámica cultural importante y no creo que ahora se sea más provinciano de lo que se pudo haber sido en el pasado".

"Gilipollez" de turista"

El escritor Quim Monzó considera las declaraciones de Mario Vargas Llosa una "gilipollez dicha por un turista". "El señor Vargas Llosa debe de encontrar ofensivo para su cosmopolitismo peruano encontrarse con que los nombres de las estaciones de metro de Barcelona estén escritos en catalán. A mí, personalmente, la opinión de un turista me la suda".El poeta José Agustín Goytisolo cree que Barcelona, a pesar de las apariencias, "no ha cambiado tanto". "Barcelona no ha sido nunca un Titanic y por ello ahora no puede decirse que el Titanic se está hundiendo. Encuentro que Barcelona es un lugar agradable y me gusta vivir aquí. En Cataluña hay muchos escritores que escriben en castellano y que no tratan de temas nacionalistas".

El escritor y académico Pere Gimferrer quiere advertir antes de tomar postura que las declaraciones de Mario Vargas Llosa "fueron formuladas en forma de una hipótesis condicional y no de una afirmación personal basada en experiencia propia y directa". "Estoy convencido", dice Gimferrer, "de que esta hipótesis condicional sería resuelta, en el sentido de descartarla por el propio Vargas Llosa, si tuviera ocasión de pasar una temporada en Barcelona en contacto directo con los diversos elementos de la vida ciudadana y cultural como pudo hacerlo él mismo en el pasado y como acaba de hacerlo Octavio Paz".

En opinión de Jordi Sarsanedes, decano de la Institució de les LIetres Catalanes, la reflexión formulada por Vargas Llosa sobre una supuesta pérdida de cosmopolitismo por parte de Barcelona no es cierta. "En cualquier caso", señala Sarsanedes, "todo camino hacia la universalidad pasa por el enraizamiento y creo que en la Institució de les Lletres Catalanes hacemos nuestro trabajo y no nos tiene que preocupar que venga un señor de fuera y nos diga que somos muy guapos o muy feos. Vargas Llosa personaliza mucho, pero en cualquier caso es un asunto suyo y de sus amigos, que le han informado mal".

Entre los que se alinean con las declaraciones de Mario Vargas Llosa se encuentra el escritor Félix de Azúa, quien opina que es evidente que 61 escritor peruano "dice lo que todos sabemos". "Como dijo una madame que se carteaba con Voltaire, cuyo nombre ahora mismo no recuerdo: 'Il a dit la vérité de tout le monde' ['ha dicho la verdad de todo el mundo']. Otra cosa es que el discurso oficial de los políticos pueda aceptarlo, puesto que ellos son los agentes publicitarios de lo que hay". "En este momento", añade el autor de Cambio de bandera, "la cartelera cultural de Barcelona sólo se puede comparar con la de Valencia y la de Zaragoza, pero no puede equipararse ni siquiera a la de Montpellier".

Juan Marsé también se manifiesta a favor de Vargas Llosa. "Barcelona es una ciudad cerrada que se mira el ombligo, es una ciudad oficial de los que gobiernan, que sólo promocionan la cultura catalana", dice el escritor. "Esto, en el terreno cultural, se nota mucho porque los que gobiernan lo hacen de una forma machacona e insistente, que convierte a Barcelona en una ciudad provinciana que hace el ridículo, pero estoy convencido de que esta propuesta no prosperará. La lengua y la cultura catalana son minoritarias y como tales están contaminadas, felizmente contaminadas por la cultura española".

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