Los Reyes y la lluvia inauguraron la Feria del Libro

La inauguración de la Feria del Libro de Madrid respondió enteramente al protocolo: presencia de los Reyes y de la lluvia. Don Juan Carlos y doña Sofía recorrieron ayer durante hora y media la feria, instalada en el paseo de Coches del Retiro hasta el 14 de junio, acompañados por el presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, Joaquín Leguina; el alcalde de la capital, José María Álvarez del Manzano; el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, y diversas autoridades del ministerio y del ayuntamiento.

Los Reyes, que cortaron la cinta inaugural a las 11.10, adquirieron un buen montón d...

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La inauguración de la Feria del Libro de Madrid respondió enteramente al protocolo: presencia de los Reyes y de la lluvia. Don Juan Carlos y doña Sofía recorrieron ayer durante hora y media la feria, instalada en el paseo de Coches del Retiro hasta el 14 de junio, acompañados por el presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, Joaquín Leguina; el alcalde de la capital, José María Álvarez del Manzano; el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, y diversas autoridades del ministerio y del ayuntamiento.

Los Reyes, que cortaron la cinta inaugural a las 11.10, adquirieron un buen montón de libros y se detuvieron en muchas de las 422 casetas. No fueron obstáculo los tablones sobre los primeros charcos, ni la lluvia -el Rey se había entrenado en paragüismo el jueves en la corrida de Las Ventas-, ni el tumulto habitual en estos casos entre cortejo, escoltas y periodistas. La Reina volvió a demostrar, como todos los años, su interés en la literatura histórica y en los libros de arqueología y viajes. En biografías, los Reyes adquirieron las de Felipe II -los organizadores de la feria regalaron al Rey una encuadernación del siglo XIX de una Historia de Inglaterra encargada por Felipe II a su confesor, fray Diego de Yepes-, Carlos V y Simón Bolívar. No desaprovecharon la Guía de lugares imaginarios (Alianza), sobre la que el Rey comentó: "Es un buen tipo de literatura para tiempos tan materiales como los que corren". La vertiente viajera y arqueológica de la Reina quedó patente con la adquisición de guías de Marruecos y China (EL PAÍS / Aguilar), de Perú y de Bolivia (Granica) o con Juego con los jeroglíficos (Prado).

Hubo en la comitiva real cierta confusión al contemplar un libro del libanés Amin Maaluf sobre si se trataba "del premio Nobel". El ministro Solé Tura aclaró que Maaluf no era el egipcio Naguib Mahfuz, y la cosa acabó con que los Reyes compraron los cuatro libros del libanés: León el Africano, Las Cruzadas vistas por los árabes, Samarkanda y Los, jardines de luz.

La Reina adquirió también El Evangelio según Jesucristo, la polémica novela del portugués; José Saramago (Seix Barral). En, libros políticos, los Reyes compraron Historia del Sáhara español (Kaydeda) y les regalaron Un plebiscito a Fidel Castro (Betania).

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