LA CONFERENCIA DE MADRID

Arafat busca un frente común del mundo árabe

Yasir Arafat demostró ayer una vez más cuánto se equivocan los que insisten en escribir su epitafio político. El veterano líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha conseguido eclipsar el pasado inmediato. El coste político del apoyo de la OLP a Irak en la guerra del Golfo parece ya superado. A ocho días de la Conferencia de Madrid surge un nuevo Arafat que se abraza con los líderes árabes que enviaron tropas para ayudar a EE UU contra Sadam Husein y que coordina con estos mismos dirigentes una postura común del mundo árabe.

ENVIADO ESPECIALEn cuatro días de inten...

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Yasir Arafat demostró ayer una vez más cuánto se equivocan los que insisten en escribir su epitafio político. El veterano líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha conseguido eclipsar el pasado inmediato. El coste político del apoyo de la OLP a Irak en la guerra del Golfo parece ya superado. A ocho días de la Conferencia de Madrid surge un nuevo Arafat que se abraza con los líderes árabes que enviaron tropas para ayudar a EE UU contra Sadam Husein y que coordina con estos mismos dirigentes una postura común del mundo árabe.

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ENVIADO ESPECIALEn cuatro días de intensa actvidad diplomática, el presidente del Estado palestino, que existe sólo en el papel, pero late vigorosamente en el corazón de los refugiados en Gaza, Cisjordania, Siria y Líbano, está haciendo un retorno espectacular que afianza la posición de los palestinos, que dentro de pocos días se sentarán frente a una delegación israelí.Tras el abrazo con su viejo enemigo sirio, el presidente Hafez el Asad, el astuto líder palestino aparecía en las fotos de la prensa jordana saludando efusivamente a un rey Hussein hospitalario y sonriente. El mismo monarca que ayer le hacía desplantes no recibió a Arafat en la sala de audiencias, sino en las puertas del palacio real.

La breve etapa jordana de la gira de Arafat fue clave para coordinar la posición árabe con vistas a la conferencia del 30 de octubre. Oficialmente, la OLP no tiene un asiento en las negociaciones, pero Jordania ha abierto una amplia avenida para que la central palestina llegue a Madrid.

El infatigable Arafat tomó nuevamente el avión, y su aterrizaje en El Cairo fue inusitadamente cordial. Le esperaba el propio presidente Hosni Mubarak, y el nivel de la bienvenida fue el más elocuente gesto de que las abismales diferencias entre ambos durante la guerra contra Irak pertenecen definitivamente al pasado.Cumbre árabe

El éxito relámpago de la diplomacia de Arafat tiene sus límites. El presidente de la OLP, si bien ha logrado aglutinar la posición árabe para la conferencia de paz con la esperanza de que la solidaridad hacia los palestinos se traduzca en Madrid en cosas concretas, no ha conseguido una cumbre árabe previa a la cita en el Palacio de Oriente de la capital española.

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El diario egipcio Al-Ahram, que suele reflejar el pensamiento del Gobierno de Mubarak, dijo el domingo que en realidad en ElCairo no se conocía tal iniciativa. Observadores políticos en la zona atribuyeron la aparente sorpresa cairota a un comprensible fallo de comunicación y de interpretación logística. Dada la proximidad de la cita de Madrid los arreglos más elementales que una cumbre árabe implica, la idea parece de momento congelada. Existe, sin embargo, un acuerdo tácito, y esto queda ilustrado con los gestos públicos de Siria, Jordania y Egipto. Los abrazos de Arafat en esas capitales lo dicen todo. Cuando la delegación de Arafat llegue a Madrid contará con el respaldo de los protagonistas árabes que hasta hace poco le daban la espalda a la OLP.

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