LA RDA entrará en la CE en el momento de la unificación

I. C. / F. M. ENVIADOS ESPECIALES, El territorio de Alemania del Este se incorporará automáticamente a la CE a finales de 1991 o principios de 1992, coincidiendo con la unificación de las dos Alemanias, según el modelo de integración aprobado ayer en Dublín por los jefes de Estado y de Gobierno de la CE. El canciller de la RFA, Helmut Kohl, tranquilizó a sus colegas sobre tal unificación, asegurando que "no debe haber preocupación" por el incremento de la inflación ni se esperan dificultades para la estabilidad del marco".

Kohl reafirmó en la cumbre extraordinaria de Dublín los compromi...

I. C. / F. M. ENVIADOS ESPECIALES, El territorio de Alemania del Este se incorporará automáticamente a la CE a finales de 1991 o principios de 1992, coincidiendo con la unificación de las dos Alemanias, según el modelo de integración aprobado ayer en Dublín por los jefes de Estado y de Gobierno de la CE. El canciller de la RFA, Helmut Kohl, tranquilizó a sus colegas sobre tal unificación, asegurando que "no debe haber preocupación" por el incremento de la inflación ni se esperan dificultades para la estabilidad del marco".

Kohl reafirmó en la cumbre extraordinaria de Dublín los compromisos adquiridos para la construcción europea. Alemania, dijo, apoya la creación del mercado único y las conferencias intergubernamentales para realizar la unión monetaria y la unión política de la CE. "Seguiremos siendo parte integrante de la OTAN", añadió para despejar cualquier duda sobre la pertenencia de la Alemania unida al sistema de seguridad occidental y para responder a la petición soviética de neutralidad.Los jefes de Estado y de Gobierno aprobaron, con matices, el documento de la Comisión Europea en el que se establece una incorporación comunitaria de la RDA en tres fases. La integración sucederá a un período interino de adaptación del derecho comunitario, que se iniciará el próximo 2 de julio, a la vez que se ponga en marcha la unión monetaria de las dos Alemanias.

Con la fusión política de los dos Estados alemanes se producirá la ampliación del territorio de la Comunidad a lo que hoy es Alemania del Este. No será necesaria una negociación jurídico-formal al estilo de las adhesiones a la CE, aunque los efectos de la integración serán similares al ingreso de España y Portugal.

Kohl aceptó la concertación con las autoridades comunitarias solicitada por Delors para evitar cualquier contradicción con las normas comunitarias. Evitó, sin embargo, entrar en detalles y precisar plazos.

Las modalidades de excepciones y períodos transitorios de que gozará el territorio de la RDA serán decididas más adelante. Se efectuarán estudios más detallados sobre el impacto para toda la CE de la conversión del marco oriental, los tipos de ayuda, los regímenes de subvenciones públicas y la adaptación de los acuerdos internacionales, especialmente de comercio con la URSS, que tiene suscritos Alemania del Este.

El programa de ayuda especial propuesto por el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, para contribuir a la transformación de la economía germanooriental se encontró con la reticencia del propio Kohl.

"No es éste el esquema que deseamos", explicó. Para el canciller de la RFA, "no tiene sentido que los países menos ricos de la CE sufran los efectos de la integración alemana". Detrás de la posición alemana está su resistencia a recibir un trato como el que tuvo Portugal antes del ingreso.

Orgullo alemán

Para los socios comunitarios esta "reacción de orgullo alemán" supone inicialmente un alivio, pero la preocupación subsiste por la ventaja comercial que la Alemania unida sacará del comercio con el Este. Los fondos de ayuda regional comunitaria a conceder a la RDA, una vez integrada, están en el alero, aunque desde su incorporación a la Comunidad hasta 1993 se harán aportaciones adicionales por cada socio comunitario para no perjudicar al actual marco presupuestario.

Pero en el informe de la Comisión se contempla la posibilidad de que algunos länder de Alemania del Este se vean beneficiados con las ayudas, de mayor cuantía, destinadas a las regiones menos desarrolladas, lo cual supone una hipoteca de futuro para España y otros países del sur de la CE. Hasta ahora se había insinuado facilitar el acceso a las líneas menos cuantiosas de apoyo a las regiones en crisis industrial y zonas rurales desfavorecidas.

La cumbre dio por válido el marco de "acuerdos de asociación de segunda generación" propuesto por la Comisión, para permitir a estos países sentirse plenamente miembros de la gran Europa, en expresión del presidente Delors.

Los acuerdos de asociación no excluyen el ingreso a largo plazo de alguno de estos países en la CE. El alcance de cada tratado se ajustará al grado de reformas políticas y económicas de cada uno de esos Estados. La CE pone como condiciones previas para la firma el cumplimiento de las cinco cláusulas democráticas: Estado de derecho, sistema multipartidista, respeto de los derechos humanos, elecciones libres y democráticas y liberalización económica con el objetivo de implantar el libre mercado.