Un milenio de arte en Álava

Una muestra recoge el 'milagro' de la llegada de valiosas piezas a la provincia

Mirarí (milagro en euskera) es el nombre de una exposición abierta en Vitoria y compuesta por 76 obras (entre cuadros, esculturas y orfebrería) representativas del arte del último milenio y recogidas por todo el territorio alavés, adonde llegaron por caminos tan diversos como el encargo de una reina o el patrocinio de los feligreses de parroquias con menos de 50 habitantes.

La Diputación alavesa ha montado la exposición para inaugurar la sala que lleva el nombre del pintor alavés Fernando de Amarica, y recordar así su figura con una muestra del arte depositado en todas las comarcas que ...

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Mirarí (milagro en euskera) es el nombre de una exposición abierta en Vitoria y compuesta por 76 obras (entre cuadros, esculturas y orfebrería) representativas del arte del último milenio y recogidas por todo el territorio alavés, adonde llegaron por caminos tan diversos como el encargo de una reina o el patrocinio de los feligreses de parroquias con menos de 50 habitantes.

La Diputación alavesa ha montado la exposición para inaugurar la sala que lleva el nombre del pintor alavés Fernando de Amarica, y recordar así su figura con una muestra del arte depositado en todas las comarcas que el paisajista llevó a sus lienzos hasta mediados de este siglo.La recopilación histórica que supone la exposición, abierta hasta el 31 de enero (aunque se está estudiando su ampliación a todo el mes de febrero), abarca desde el siglo X hasta el XIX, con piezas representativas de cada una de las épocas recogidas en 39 localidades de Álava, de las que 16 tienen menos de 50 habitantes.

Se incluyen en la muestra obras como el relicario de la Virgen del Cabello, encargado en el siglo XIV por el entonces cardenal de Aviñón, y recogida finalmente en el convento de las madres dominicas de San Juan de Quejana; un cuadro de Murillo; arte filipino, y varias piezas mas calificadas de "joyas entrañables" por la historiadora Micaela Portilla.

La Diputación ha suscrito una póliza de seguro por valor de 2.400 millones de pesetas.

Con el nombre genérico de Mirari, un pueblo al encuentro del arte, la exposición se compone de piezas que van desde el simbolismo del Románico, como los Cristos coronados, pasando por el culto a la forma del Renacimiento y por la fuerza del Barroco, hasta llegar al equilibrio del Neoclásico.

Para Micaela Portilla, miembro destacado del equipo que ha sacado adelante la exposición, en ésta hay que analizar tres niveles: el histórico-artístico, el estilístico y el iconográfico, sin dejar de lado el aspecto histórico-social.

Micaela Portilla destaca la diversidad de las obras con algunas piezas que fueron costeadas por los feligreses de parroquias en ocasiones pequeñas, otras de villas góticas como Vitoria, piezas que se hicieron para minorías burguesas en Flandes y que trascendieron al resto de Europa por las rutas de los mercaderes, o el arte que arrancó del Concilio de Trento y que impulsaron los nobles, como el relicario de la Virgen del Cabello, que llegó hasta Alava a través de la familia Ayala, parientes del que entonces era cardenal de la ciudad francesa de Aviñón, don Pedro Gómez de Barroso.

Enseñar las raíces

En el recorrido histórico de la exposición Micaela Portilla explica que hay una pieza hasta ahora desconocida que llegó a la provincia a través de la misma vía de parentesco. Se trata de un copón gótico-bizantino que expertos internacionales lo han aparejado a uno igual que reposa en la iglesia de San Marcos de Venecia. La imagen de Santa Úrsula, encargada por la reina Margarita de Austria, el Cazador de Murillo, la Inmaculada de Carreño y otras piezas que proceden de ultramar, concretamente de Filipinas, son las más representativas, dice la historiadora, "de las relaciones de Álava con otros pueblos y culturas".Las obras, algunas de las cuales tuvieron que soportar una intensa labor de restauración, serán devueltas a sus lugares de procedencia, parroquias, conventos de clausura 3, particulares, una vez finalizada la exposición.

El objetivo fundamental de la exposición es dar a conocer al pueblo alavés las raíces del arte que obra en su poder desde hace siglos. Con este fin se ha editado un catálogo de 450 páginas con la reproducción de las piezas expuestas, así como una guía para que los escolares que se acerquen a la exposición tengan un punto de referencia liara entender la historia de Álava a través del arte.

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