Un no comunista, presidente del Parlamento de la RDA

La Cámara del Pueblo (Parlamento) de la República Democrática Alemana, pasado el delirio del fin de semana, eligió ayer al líder del Partido Campesino, Künter Malodia, de 61 años, como su presidente, y confirmó como primer ministro a Hans Modrow. Egon Krenz, jefe del Estado y del Partido Socialista Unificado (SED, comunista), tomó la palabra ante la Cámara para repetir una parte de su conversación del sábado con el jefe de Gobierno de Alemania Occidental, Helmut Kohl. "La reunificación no está en la agenda de discusiones". Por su parte, el vicejefe de la Seguridad del Estado (Stadsi), Wolfgang...

La Cámara del Pueblo (Parlamento) de la República Democrática Alemana, pasado el delirio del fin de semana, eligió ayer al líder del Partido Campesino, Künter Malodia, de 61 años, como su presidente, y confirmó como primer ministro a Hans Modrow. Egon Krenz, jefe del Estado y del Partido Socialista Unificado (SED, comunista), tomó la palabra ante la Cámara para repetir una parte de su conversación del sábado con el jefe de Gobierno de Alemania Occidental, Helmut Kohl. "La reunificación no está en la agenda de discusiones". Por su parte, el vicejefe de la Seguridad del Estado (Stadsi), Wolfgang Schwanitz, anunciaba que a partir de ahora se dejará de perseguir a los disidentes políticos.

El anuncio de Schwanitz significa de hecho la liberalización de la actividad política en Alemania Oriental, y su formulación es idéntica a la utilizada en la Unión Soviética para permitir la emergencia de los grupos de oposición. El alto funcionario aseguró además que la policía política se dedicará únicamente a perseguir a quienes violen la Constitución.Ha sido curiosa la actitud del grupo opositor Nuevo Foro. En una conferencia de prensa ofrecida el domingo por la noche, en la que se encontraba la plana mayor de esta organización, que asegura tener ya más de 100.000 miembros, la decisión de abrir las fronteras y permitir la salida en masa de los ciudadanos fue duramente criticada.

"No era así como lo queríamos nosotros", dijo Jan Rich, que calificó la medida de demagógica y aseguró que estaba destinada a desmovilizar a la población que había estado empujando con fuerza el proceso de reforma.

Era evidente. Muy poca gente asistió al acto. Berlín Este estaba vacío, y las palabras de los líderes opositores cobraban fuerza en este contexto. "Ahora que habíamos empezado a crear una conciencia de identidad propia en este país", dijo la piritora Barbara Böhey, "esta medida, tomada cuando el SED se encontraba ya contra la pared, sólo puede servir para desmovilizar la protesta".

Millones de alemanes orientales han tomado el aire de Occidente durante unos días y saben que podrán seguir haciéndolo cada vez que lo deseen, si tienen el dinero para ello. Tal vez era sólo eso lo que querían, o por lo menos el motivo de mayor peso que subyacía en las protestas. Habrá que ver ahora cuál. es la magnitud de las manifestaciones populares. Ayer había convocada una en Berlín Oriental, en la Alexander Platz, y a las seis de la tarde muy poca gente se habla presentado.

Las causas del descontento

Una de las causas del descontento, la más importante, ha desaparecido, y de ello se va a resentir la oposición. Sin embargo, poco después, más de 300.000 personas se concentraban en Leipzig, la segunda ciudad del país, con gritos de "vivir sin el SED" y "no basta con dimitir, hacen falta sanciones", y decenas de miles de personas en otras ciudades de la RDA.

Cualquier disminución de la presión popular puede provocar aún un retroceso, y entonces sí que la existencia de la RDA podría estar en peligro inminente.

El Comité Central del SED, que convocó anoche el congreso del partido para mediados de diciembre, tal y como había decidido el domingo el buró político, está formado por las mismas personas que sirvieron fielmente a Erich Honecker. La fuerza de estos viejos fantasmas, los destituidos gerontócratas de la era Honecker, se pudo sentir ayer claramente en la elección del presidente de la Cámara del Pueblo. Manfred Gerlach, el líder del Partido Liberal (LDPD), no pudo culminar su espectacular campaña alcanzando la presidencia.

Gerlach, que se adelantó a todos los políticos del régimen -incluso con Honecker aún en el poder- por sus opiniones reformistas y la utilización del periódico de su partido, Der Morgen, fue víctima ayer de los fantasmas de la vieja guardia que él mismo había contribuido a echar del poder. Su traición, pues éste es el calificativo que le ha sido adjudicado a un hombre que había comulgado siempre con el régimen, ha sido castigada colocando en los pupitres de los diputados la cizaña suficiente como para impedir que consiguiera el puesto. La maratortiana sesión de la Cámara del Pueblo, que fue retransmitida íntegramente en directo por televisión, acabó con el nombramiento de Hans Modrow como primer ministro.

Las opiniones que se dieron ayer en esta Cámara, habitualmente amordazada, fueron de una amplitud extremecedora. Desde defensas apasionadas del liderazgo del SED hasta la petición abierta de dimisión de todos los que han participado en la política del país en los últimos años.

El régimen ha seguido tomando medidas concretas. Entre el domingo y ayer fueron elegidos cinco nuevos secretarios regionales en sus circunscripciones. Las famosas zonas de seguridad en la frontera entre las dos Alemanias desaparecieron de un plumazo. Se trata de grandes áreas cercanas a las fronteras a las que estaba prohibido el acceso de los ciudadanos de la RDA, que debían pedir permisos especiales para poder visitar a sus