Dalí ordenó paralizar el consejo de estudios de su fundación

Los preparativos para la puesta en marcha del Consejo Superior de Estudios Dalinianos, iniciados en marzo de 1986 por la Fundación Gala-Salvador Dalí, se interrumpieron bruscamente un año y tres meses después por deseo expreso del artista. El ex alcalde de Figueres y patrono de la fundación, Ramón Guardiola, al que se encargó la puesta en marcha del consejo, atribuyó la decisión de Dalí a que éste "quería que la fundación dedicara todos sus esfuerzos a su museo". Otras fuentes imputaron la decisión "al lógico deseo" del artista de que su documentación personal no fuera consultada por nadie has...

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Los preparativos para la puesta en marcha del Consejo Superior de Estudios Dalinianos, iniciados en marzo de 1986 por la Fundación Gala-Salvador Dalí, se interrumpieron bruscamente un año y tres meses después por deseo expreso del artista. El ex alcalde de Figueres y patrono de la fundación, Ramón Guardiola, al que se encargó la puesta en marcha del consejo, atribuyó la decisión de Dalí a que éste "quería que la fundación dedicara todos sus esfuerzos a su museo". Otras fuentes imputaron la decisión "al lógico deseo" del artista de que su documentación personal no fuera consultada por nadie hasta después de su muerte.La creación del consejo es uno de los proyectos que la fundación abordará ahora de forma prioritaria. Guardiola ha remitido a la sede de la entidad el proyecto de estatutos y organización del consejo realizado en su día para que sea utilizado como documento de trabajo en la elaboración de las normas y en su definitiva puesta en marcha. La fundación, "por sí sola, o con la colaboración del Estado español, de la Generalitat, del Ayuntamiento de Figueres y de cualesquiera otras personas jurídicas o naturales (nacionales o extranjeras)" está obligada, según sus estatutos, a "crear, mantener y dirigir" el mencionado centro, destinado al estudio "del pensamiento y la obra de Salvador Dalí y de otras personas, siguiendo las orientaciones emanadas del fundador".

La puesta en marcha del Consejo Superior de Estudios Dalinianos fue acordada por la comisión artística de la fundación, a propuesta de su presidente, Antoni Pitxot, en marzo de 1986. La comisión designó para este trabajo a Guardiola, que recibió el encargo como "una inesperada pero agradable sorpresa". Un mes después, Guardiola presentó un primer plan de trabajo, cuyo principal objetivo era el de recopilar material destinado a la filmoteca, biblioteca y hemeroteca de la fundación.

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