UNA DICTADURA EN LA ENCRUCIJADA

80.000 personas reciben en Santiago a Inti Illimani

En un festival político y folclórico organizado en Santiago por el movimiento cívico Independientes por el No, unas 80.000 personas vitorearon y se entusiasmaron el sábado con el conjunto Inti Illimani, uno de los más conocidos exponentes de la canción política chilena, que regresó a su país después de 15 años de exilio.La intendencia (gobernación) de Santiago obligó a realizar el acto en el parque de La Bandera, una población situada a 10 kilómetros del centro. El alejamiento del centro dio al acto por el no un marco incomparable.

El domingo libre de contaminación permitía una maravill...

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En un festival político y folclórico organizado en Santiago por el movimiento cívico Independientes por el No, unas 80.000 personas vitorearon y se entusiasmaron el sábado con el conjunto Inti Illimani, uno de los más conocidos exponentes de la canción política chilena, que regresó a su país después de 15 años de exilio.La intendencia (gobernación) de Santiago obligó a realizar el acto en el parque de La Bandera, una población situada a 10 kilómetros del centro. El alejamiento del centro dio al acto por el no un marco incomparable.

El domingo libre de contaminación permitía una maravillosa vista de la cordillera nevada en un soleado día de primavera. Ondeaban las banderas de todos los que se oponen a la dictadura, desde la Democracia Cristiana a los grupos que preconizan la lucha armada, como los dos diferentes MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).

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El festival mantuvo un tono de altura, lejos de la canción panfletaria, con las actuaciones del grupo Illapu, también retornado del exilio, y del Inti Illima ni. Sólo hubo un orador político, Alejandro Hales, ex-ministro del presidente democristiano Eduardo Frei, que dirige los Independientes por el no.

Al final todos cantaron El pueblo unido jamás será vencido", ondeban cientos de banderas y se levantaron miles de puños, mientras una luna pálida asomaba entre las cumbres nevadas de la cordillera. El público seguía allí y quería cantar Venceremos, que era el himno de la Unidad Popular. Los organizadores querían evitar dar al acto la imagen de Unidad Popular, el fantasma del pasado que agita la propaganda del sí. Ante los gritos del público, que pedía Venceremos, los organizadores salvaron la situación con la canción que cada noche abre la película de propaganda del no en televisión.

Todos cantaron lo de "Chile, la alegría ya viene", con reminiscencias de la cocacolera "chispa de la vida" y sin aristas agresivas. No asistió al acto Hortensia Bussi, la viuda de Salvador Allende, que pasó en privado su primera tarde en Chile.

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