12.000 muertos por la violencia en Perú en tres años

Cerca de 12.000 muertos en sólo tres años y medio y aproximadamente 10.000 millones de dólares en pérdidas para el Estado, además de perjuicios considerables en instalaciones estatales y privadas, son algunas de las primeras cifras que sobre la violencia en Perú acaba de dar a conocer en Lima una comisión especial del Senado.

Encabezada por el senador socialista Enrique Bernales Ballesteros, la comisión trabajó durante tres meses y estableció en un amplio informe que la violencia se propagó por todo el país "porque no se combatió la miseriaSi los números de la llamada ...

Cerca de 12.000 muertos en sólo tres años y medio y aproximadamente 10.000 millones de dólares en pérdidas para el Estado, además de perjuicios considerables en instalaciones estatales y privadas, son algunas de las primeras cifras que sobre la violencia en Perú acaba de dar a conocer en Lima una comisión especial del Senado.

Encabezada por el senador socialista Enrique Bernales Ballesteros, la comisión trabajó durante tres meses y estableció en un amplio informe que la violencia se propagó por todo el país "porque no se combatió la miseriaSi los números de la llamada violencia subversiva son de por sí alarmantes, los de la miseria no lo son menos. Según el informe, Perú tiene la más alta tasa de mortalidad infantil, después de Bolivia y Haití, siendo ésta en la población de los andes peruanos hasta de 60,4 muertes por cada mil niños.

Otra dramática cifra establece que la mayor parte de la población económicamente activa está formada por niños de 6 a 14 años, así como por mujeres y campesinos, que apenas ganaban hasta hace unos meses 800 intis mensuales, aproximadamente 400 pesetas, al cambio actual. Los niños trabajadores representan el 5,7% de esa población activa:

La concentración de la riqueza en pocas manos es otro de los elementos preponderantes en este cuadro de violencia y miseria. Así, el estrato social más alto representa el 2% de los 19 millones de peruanos, y concentra el 19% de la riqueza.

Todo ésto hace posible que 1.240.000 jóvenes -entre los 15 y 24 años- estén desocupados y sin estudios. El Estado sólo tiene 2.000 plazas para atenderlos.

El informe subraya la acentuación de la emigración, y registra la salida de 112.687 personas hacia 9 países de preferencia, entre ellos España.