El plebiscito de Pinochet

El general Pinochet ha cambiado Chile, tanto para lo bueno como para lo malo. Después de unos malos principios, su equipo económico ha conseguido transformar una economía estancada en uno de los pocos éxitos de América Latina a base de inversión privada, apertura comercial y diversificación de productos. Este cambio no hubiera llegado tan lejos ni tan rápidamente si los economistas no hubieran estado respaldados por los poderes dictatoriales del régimen.El presidente Pinochet, dictador de Chile desde 1973, pide ahora a los votantes que amplíen su mandato votando sí en el plebiscito de o...

El general Pinochet ha cambiado Chile, tanto para lo bueno como para lo malo. Después de unos malos principios, su equipo económico ha conseguido transformar una economía estancada en uno de los pocos éxitos de América Latina a base de inversión privada, apertura comercial y diversificación de productos. Este cambio no hubiera llegado tan lejos ni tan rápidamente si los economistas no hubieran estado respaldados por los poderes dictatoriales del régimen.El presidente Pinochet, dictador de Chile desde 1973, pide ahora a los votantes que amplíen su mandato votando sí en el plebiscito de octubre. Tiene muchas oportunidades de ganar en lo que muchos opositores esperan que sea una votación limpia, a pesar del récord de terrorismo y abuso de las libertades por parte del régimen. Por esto Pinochet se merece la derrota. Pero los demócratas tienen que absorber las lecciones del amplio atractivo electoral que parece disfrutar el general.

Después de los traumas de Allende y Pinochet, los chilenos están muy divididos sobre los asuntos de orden político, distribución económica y cambio social. Debido a los últimos beneficios económicos, los términos del debate han empezado a desplazarse del eje izquierda-derecha a otro que enfrenta modernizadores con nostálgicos del pasado. Todos, salvo los extremistas, aceptarían unas elecciones libres que giren en torno a estos temas.

2 de septiembre