Una plaga de langosta se dirige al sur de Marruecos

Nubes de langostas amenazaban ayer el norte de África y el Sabel (zona sur del desierto del Sáhara), procedentes del norte de Mauritania y del Sáhara occidental. La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirmó que los enjambres, que pueden alcanzar 35 kilómetros de longitud, se dirigen al sur de Marruecos.

Mientras las langostas subsisten en gran número en el norte de Mauritania y los enjambres se dirigen hacia el este y sur marroquí, en el suroeste argelino, Túnez e incluso en Libia, los especialistas deploran que la guerra en el antiguo Sahara español obstaculice un...

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Nubes de langostas amenazaban ayer el norte de África y el Sabel (zona sur del desierto del Sáhara), procedentes del norte de Mauritania y del Sáhara occidental. La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirmó que los enjambres, que pueden alcanzar 35 kilómetros de longitud, se dirigen al sur de Marruecos.

Mientras las langostas subsisten en gran número en el norte de Mauritania y los enjambres se dirigen hacia el este y sur marroquí, en el suroeste argelino, Túnez e incluso en Libia, los especialistas deploran que la guerra en el antiguo Sahara español obstaculice una campaña intensiva.Esta situación corre el peligro de convertirse en catastrófica ya que los riesgos de una reproducción importante pesan sobre todo el Magreb por la abundancia de la lluvias (la humedad favorece la multiplicación de los huevos). Si la reproducción de las langostas peregrinas se expande incontroladamente, es muy posible que se produzca una invasión el próximo verano. Los enjambres, integrados por 40 a 80 millones de langostas, se abaten sobre el suelo al caer la noche, cuando baja la temperatura. Uno sólo de estos insectos consume su propio peso de vegetación por día. Se estima que un kilómetro cuadrado de enjambre devora 100 toneladas de materias vegetales diariamente. La devastación prosigue el día siguiente cuando el enjambre reemprende el vuelo con la salida del sol dejando detrás de sí un paisaje lunar integrado por árboles despojados y campos desnudos. La nube de insectos es trasportada por el viento y se abate la noche siguiente sobre otra región, situada en ocasiones a centenares de kilómetros de distancia.

Ayuda internacional

Los gobiernos de la región han solicitado ayuda internacional y han pedido cooperación técnica y pesticidas para intentar atajar la plaga. La FAO se ha dirigido a los países donantes para obtener una ayuda en aviones provistos de pulverizadores y vehículos todo terreno.Mientras Francia, Estados Unidos y España han enviado ya aviones, helicópteros y equipos técnicos, la CE ha proporcionado una ayuda importante y se esfuerza en coordinar su acción sobre el terreno.

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