La policía chilena detiene a 16 dirigentes de la Asamblea de la Civilidad

Dieciséis dirigentes del Consejo de la Asamblea de la Civilidad de Chile fueron detenidos ayer por la Policía de Investigaciones cuando se dirigían a los tribunales. Al cierre de esta edición, otros dos dirigentes se encontraban declarando ante el juez.Los representantes de la Asamblea se habían reunido en el Colegio de Abogados para intentar negociar con un jefe de la policía que no serían detenidos antes de llegar al Palacio de Justicia. No pudieron lograr su objetivo. Cuando eran encabezados por el médico Juan Luis González, presidente de la Asamblea de la Civilidad, fueron detenidos, por f...

Dieciséis dirigentes del Consejo de la Asamblea de la Civilidad de Chile fueron detenidos ayer por la Policía de Investigaciones cuando se dirigían a los tribunales. Al cierre de esta edición, otros dos dirigentes se encontraban declarando ante el juez.Los representantes de la Asamblea se habían reunido en el Colegio de Abogados para intentar negociar con un jefe de la policía que no serían detenidos antes de llegar al Palacio de Justicia. No pudieron lograr su objetivo. Cuando eran encabezados por el médico Juan Luis González, presidente de la Asamblea de la Civilidad, fueron detenidos, por funcionarios del cuerpo de Investigaciones y trasladados rápidamente en cuatro vehículos hasta el cuartel central de la policía. Los servicios secretos del régimen y el cuerpo de Investigaciones habían montado un cerco en el centro de Santiago para capturarlos.

Los dirigentes habían sido requeridos ante los tribunales, a petición del Gobierno, acusados de haber infringido la ley de Seguridad Interior del Estado. El Ministerio del Interior dijo que la Asamblea intentó derrocar al régimen por haber convocado a la huelga general de los días 2 y 3 de julio.

Por otra parte, la policía impidió el miércoles que unas 2.000 personas participaran en el funeral del fotógrafo chileno de 19 años Rodrigo Rojas, quien murió quemado por una patrulla militar durante la citada huelga general. Horas antes del sepelio, un comando paramilitar no identificado secuestró y prendió fuego a otro joven de 23 años, Mario Araya, en el puerto de Valparaíso, 140 kilómetros al noroeste de Santiago.