'Questiones disputandae'

De la fuerza del discurso del viejo Aristóteles pueden dar fe los más de 200 estudiosos que llenaban la sala de actos de Magisterio de Santiago. Eran fáciles de distinguir: paseaban bajo la lluvia con la Metafísica bajo el brazo -mayoritariamente la edición de Yebra, de la editorial Gredos, que recoge los textos griego y latino junto al castellano-, o se los veía en algún café leyendo los tres primeros capítulos,del libro Gamma, ya que una de las sesiones estuvo dedicada'a comentar esos fragmentos. Como todas las. otras, concluyó sin poder satisfacer la totalidad de las palabras ped...

De la fuerza del discurso del viejo Aristóteles pueden dar fe los más de 200 estudiosos que llenaban la sala de actos de Magisterio de Santiago. Eran fáciles de distinguir: paseaban bajo la lluvia con la Metafísica bajo el brazo -mayoritariamente la edición de Yebra, de la editorial Gredos, que recoge los textos griego y latino junto al castellano-, o se los veía en algún café leyendo los tres primeros capítulos,del libro Gamma, ya que una de las sesiones estuvo dedicada'a comentar esos fragmentos. Como todas las. otras, concluyó sin poder satisfacer la totalidad de las palabras pedidas.

Como es bien sabido, hay una corriente pedagógica que afirma que hay que impartir clases activas y asegura que la modernidad. Sin embargo, ya los medievales se dedicaban con ahínco al comentario participativo en las llamadas questiones disputandae o temas de debate que seguían a las lecciones magistrales. Algo de medieval, y no sólo por la cercanía del casco antiguo de Santiago, tuvo este seminario dedicado a Aristóteles, dicho sea lo de medieval en el mejor sentido del término. Hubo lecciones magistrales y hubo disputas encendidas y apasionadas, respetuosas siempre, entre los presentes.

Además de los ponentes participaron en el seminario, entre otros, Jorge Pérez Ballestar y Teresa Oñate (Madrid), José Montoya (Valencia) y Mercedes Torrevejano, que organizaba el encuentro junto a Jorge Pérez de Tudela, ambos de Santiago.