Un negocio frustrado

La marquesa de Santa Cruz, obra pintada por Goya en 1805, fue exportada de España en abril de 1983. Pedro Antonio Saorín Bosch, un hombre de negocios mallorquín, compró la obra a la heredera del legado Valdés, según ha podido saberse, por 25 millones de pesetas.Saorín exportó la obra, según todos los indicios ilegalmente, a Suiza y la depositó en la zona Ubre del aeropuerto de Zurich. Por medio de un marchante inglés, Michael Simpson, lord Wimborne la adquisición un propósito muy concreto. Pocos días después, la marquesa emprendía un nuevo viaje y salía con dirección al museo Paul Getty, de Lo...

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La marquesa de Santa Cruz, obra pintada por Goya en 1805, fue exportada de España en abril de 1983. Pedro Antonio Saorín Bosch, un hombre de negocios mallorquín, compró la obra a la heredera del legado Valdés, según ha podido saberse, por 25 millones de pesetas.Saorín exportó la obra, según todos los indicios ilegalmente, a Suiza y la depositó en la zona Ubre del aeropuerto de Zurich. Por medio de un marchante inglés, Michael Simpson, lord Wimborne la adquisición un propósito muy concreto. Pocos días después, la marquesa emprendía un nuevo viaje y salía con dirección al museo Paul Getty, de Los Ángeles. Pero las autoridades españolas alertaron al museo norteamericano y la operación no se llevó a cabo.

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Una serie de conversaciones entre un representante: extraoficial del Ministerio de Cultura y los respresentates legales de lord Wimborne se iniciaron posteriormente, aunque no se llegó a ningún acuerdo. Lord Wimborne fue con la marquesa bajo el brazo a la sala Christie's. "¿Cómo está mi mujer hoy?", dijo en una ocasión al llegar a la sala de subastas.

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