Sonrisas, asentimiento, carcajadas y un apretón de manos de 23 segundos.

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, ofreció el domingo por la tarde en un hotel neoyorquino una recepción en honor de los jefes de delegación que asisten a la 39ª Asamblea General de la ONU. El momento cumbre de la cita, y por ello el más espenido, fue el primer encuentro que Reagan mantuvo con el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko. Ambos charlaron durante un minuto y se estrecharon las manos durante 23 segundos, según comentaron algunos observadores, que recalcaron lo cálido del encuentro. Al terminar las presentaciones, Reagan se mezcló con los invitados y volv...

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, ofreció el domingo por la tarde en un hotel neoyorquino una recepción en honor de los jefes de delegación que asisten a la 39ª Asamblea General de la ONU. El momento cumbre de la cita, y por ello el más espenido, fue el primer encuentro que Reagan mantuvo con el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko. Ambos charlaron durante un minuto y se estrecharon las manos durante 23 segundos, según comentaron algunos observadores, que recalcaron lo cálido del encuentro. Al terminar las presentaciones, Reagan se mezcló con los invitados y volvió a hablar con Gromiko, esta vez durante cmico minutos. "Hubo muchas sornisas, mucho asentimiento y buena cantidad de carcajadas", resumió el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes. En la recepción, Reagan pronunció un breve parlamento en el que dijo: "EE UU quiere unas relacion es realistas y contructivas con la Unión Soviética, que nos permitan a cada uno reducir, no incrementar, el número de nuestras armas, especialmente las nucleares, que amenazan a la Humanidad". En la fotografía, Reagan y Gromiko conversan durante la recepción, en presencia de George Shultz, de Nancy Reagan (a la izquierda en la foto) y de la embajadora de EE UU ante la ONU, Jeane Kirkpatrick.