El Gobierno de Pinochet protesta oficialmente por las palabras de Alfonso Guerra en el acto de solidaridad con Chile

El Gobierno de Chile expresó ayer su "malestar" por "la inaceptable intromisión en asuntos internos chilenos" del vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, quien el domingo se expresó "en términos inaceptables"` durante la manifestación de solidaridad con la oposición al régimen militar de Augusto Pinochet, celebrada en Madrid con motivo del décimo aniversario del golpe de Estado que acabó con el Gobierno constitucional del presidente Salvador Allende. Guerra calificó en su intervención de "injustificable y monstruosa la represión en Chile de las manifestaciones pacíficas de protest...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno de Chile expresó ayer su "malestar" por "la inaceptable intromisión en asuntos internos chilenos" del vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, quien el domingo se expresó "en términos inaceptables"` durante la manifestación de solidaridad con la oposición al régimen militar de Augusto Pinochet, celebrada en Madrid con motivo del décimo aniversario del golpe de Estado que acabó con el Gobierno constitucional del presidente Salvador Allende. Guerra calificó en su intervención de "injustificable y monstruosa la represión en Chile de las manifestaciones pacíficas de protesta".

El embajador de España en Santiago, Miguel Solano Aza, fue convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores chileno, donde el director general de Política, Jaime Lagos, le entregó la nota de protesta, a la que el representante español contestó verbalmente. Según Solano el Gobierno de Madrid "no interfiere en los asuntos internos chilenos porque sólo el jefe del Estado, el presidente de Gobierno y el ministro de Asuntos Exteriores fijan la política exterior a seguir, y ninguno de ellos ha emitido juicio alguno sobre la situación que atraviesa este país".Miguel Solano afirmó también a su interlocutor, según declaró a este diario, que la participación de Guerra a este acto fue a título personal y no como miembro del Gabinete". El embajador concluyó su respuesta manifestando "el interés y el aprecio que se siente en España por el diálogo que se está esbozando aquí" entre la oposición democrática y el Gobierno militar.

La nota de protesta de la Cancillería de Chile considera 1amentable comprobar que la posición chilena no haya sido hoy comprendida y que sea precisamente un país por el cual los chilenos sienten especial afecto, como España, en el que los elementos de pasión política hayan desbordado los límites del respeto que deben regir las relaciones entre Estados".

Tanto los medios audivisuales como la Prensa escrita chilena han proporcionado escasas informaciones sobre las manifestaciones que se desarrollaron en España y en el resto del mundo contra el régimen castrense, aunque, posteriormente, sí se han hecho amplio eco de la protesta de la cancillería.

La protesta chilena es la primera formulada ante España desde el acceso del PSOE al poder, en diciembre de 1982, que no supuso ningún deterioro de las relaciones bilaterales. Los Gobiernos de Madrid y Santiago incluso firmaron, un mes después, un importante acuerdo de asistencia técnica.

España, por su parte, protestó últimamente en tres ocasiones ante el Gobierno de Santiago: 1) en junio, por la prohibición hecha al cantante catalán Joan Manuel Serrat de dar un recital en Chile; 2) en julio, por la detención de los dirigentes democristianos Gabriel Valdés y Jorge Lavanderos; 3) en septiembre, por la expulsión del corresponsal de EL PAIS para el Cono Sur, Martín Prieto.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Un acto de política interior

A su salida del Ministerio, el embajador de España aprovechó la oportunidad para explicar ante la Prensa local su ausencia, el domingo, en el acto de conmemoración del décimo aniversario de la instauración del régimen castrense en el que Pinochet pronunció un discurso a la nación. Solano afirmó que había recibido instrucciones de Madrid para no asistir al acto porque "no se trataba de una fiesta patria, sino de un acontecimiento de política interior chilena".

Junto con Solano tampoco se desplazaron para escuchar a Pinochet -en virtud de un acuerdo tomado recientemente en Atenas- los embajadores de los países miembros de la Comunidad Económica Europea, ni los jefes de misión de Suecia, Noruega, Austria y, sorprendentemente, Suiza, país neutral por excelencia. De todos los países de Europa occidental sólo el anuncio apostólico, Ángelo Sodano, estuvo presente- en la ceremonia.

En Madrid, y en relación con las críticas que ha recibido la organización de la manifestación -se ha hablado de personalismo de Guerra y de monopolio socialista-, el PSOE hizo ayer pública una nota en la que manifiesta que "el acto se desarrolló en los términos acordados por las fuerzas políticas que se adhirieron a la manifestación", y califica de oportunistas y penosas tales críticas.

Archivado En