La Junta Militar argentina desvela un supuesto plan terrorista horas antes de la 'marcha del repudio'

La tensión social y política crece a pasos agigantados en Argentina. Miles de bonaerenses marcharon ayer por las calles de Buenos Aires para protestar contra el documento de los militares sobre los miles de desaparecidos durante la represión desde marzo de 1976. En el texto, las Fuerzas Armadas aseguraron que los desaparecidos habían muerto, y declinaban cualquier tipo de responsabilidad. Horas antes de la marcha de ayer, la Junta Militar argentina daba a. conocer un supuesto plan terrorista orientado a eliminar a dirigentes peronistas y a infiltrarse en partidos políticos.

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La tensión social y política crece a pasos agigantados en Argentina. Miles de bonaerenses marcharon ayer por las calles de Buenos Aires para protestar contra el documento de los militares sobre los miles de desaparecidos durante la represión desde marzo de 1976. En el texto, las Fuerzas Armadas aseguraron que los desaparecidos habían muerto, y declinaban cualquier tipo de responsabilidad. Horas antes de la marcha de ayer, la Junta Militar argentina daba a. conocer un supuesto plan terrorista orientado a eliminar a dirigentes peronistas y a infiltrarse en partidos políticos.

La Junta Militar argentina dio a conocer ayer -poco antes de que se iniciara la marcha de repudio contra el informe militar sobre los detenidos desaparecidos- unos supuestos planes de la organización armada Montoneros que comprenden atentados contra dirigentes políticos y gremiales. La documentación, según fuentes militares, se habría encontrado en poder del dirigente Raúl Clemente. Yaguer cuando fue muerto por la policía hace 20 días.Las carpetas contienen paginas manuscritas por el militante montonero donde se detallan los planes para asesinar a dirigentes políticos como el doctor Ángel Robledo, precandidato presidencial por una de las corrientes internas del peronismo. También a líderes sindicales como Lorenzo Miguel, jefe de las poderosas 62 organizaciones, rama política del gremialismo peronista, y a Juan José Taccone, que domina el sindicato de Luz y Fuerza.

En la misma documentación se explican los supuestos métodos de infiltración en los partidos políticos, que serían llevados a cabo en etapas sucesivas. Los apuntes financieros preveían partidas de dinero para "la corrupción de integrantes de diversos sectores y la compra de material de propaganda".

Los ejemplares fotocopiados de la documentación completa fueron distribuidos a los medios de difusión, a los líderes de los partidos políticos, a los obispos, y se prevé, además, una conferencia de prensa a cargo del general Alfredo Sotera, jefe de inteligencia del Estado Mayor del Ejército de Tierra.

La decisión de dar a conocer ese material fue tomada en una imprevista y extensa reunión previa de los tres comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas que integran la Junta MIlitar. En la misma se estudió el sistema de seguridad que rodearía a la marcha de repudio, para el que se movilizaron 450 efectivos policiales y militares de uniforme y una inusual cantidad de miembros de los servicios de inteligencia, que vestían ropas de paisano.

Ayer se realizó una nueva autopsia al cadáver del ingeniero químico Osvaldo Cambiaso, militante peronista secuestrado y muerto el sábado pasado. Sus hermanas se negaron a reconocerlo a través de una fotografía que les mostró el juez y posteriormente aseguraron que el cuerpo presenta por lo menos cuatro balazos en la nuca, además de tener la cara desfigurada y el cráneo fracturado.

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Cuatro balazos en la nuca

El cuerpo de Eduardo Pereira Rossi, muerto también -según la policía- en el mismo enfrenta miento, fue sepultado ayer en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. El féretro llegó al cementerio en una carroza funeraria rodeada por tre automóviles particulares. Sus pa dres asistieron a la ceremoilia, que seguían de cerca también policías de uniforme y de paisano. El ataúd permaneció siempre cerrado y sus familiares fueron avisados de que sólo disponían de cinco horas par realizar la inhumación de los restos en la forma en que se les había indicado. Una multitud estimada en unas 20.000 personas se había concentrado ayer a las cinco de la tarde y se disponía a iniciar la lenta marcha de repudio por el centro de Buenos Aires.

Las ocho organizaciones defensoras de los derechos humanos que hicieron la convocatoria recibieron el apoyo y la adhesión del Consejo Nacional Peronista a través de un pronunciamiento firmado por el notario Deolindo Bittel y también de la Unión Cívica Radical mediante una declaración que su titular, Carlos Contín, hizo llegar a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

El lema de la marcha era: "Por las instituciones que luchan por la vigencia.de los derechos humanos en nuestra patria". Y la consigna: "El repudio al llamado informe final sobre la guerra contra la subversión y el terrorismo y también el repudio al acta institucional, sancionada junto con el informe que el Gobierno militar dio a conocer el pasado 28 de abril".

Adolfo Pérez Esquivel, el premio Nobel de la Paz que ayer cumplía, además, su undécimo día de ayuno, señaló durante la marcha que el propósito de la demostración "tiende a que la opinión pública nacional e internacional comprenda la magnitud de este problema".

Varios rniles de personas más esperaban en la plaza del Congreso, frente al edificio del Parlamento, donde se, habían levantado improvisadas tribunas para que hablaran algunos dirigentes. Entre el público se había generalizado el temor a la represión de la policía, que formaba un cerco sobre las distintas columnas de manifestantes. Las amenazas y advertencias se recrudecieron ayer en todo el país.

Un militante comunista fue secuestrado en la provincia de Córdoba. Varios periodistas y dirigentes de las organizaciones de derechos humanos recibieron llamadas telefónicas intimidatorias.

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