Las fundaciones Santillana y Botín inician actividades culturales conjuntas

A lo largo del mes de agosto, la Fundación Santillana y la Fundación Marcelino Botín organizarán conjuntamente una serie de conferencias y actos culturales en torno a las exposiciones que la primera de ellas tiene instaladas en su sede de la torre de Don Borja, en Santillana del Mar (Cantabria). Actividades que el pasado sábado tuvieron su inicio con la conferencia pronunciada por el crítico literario Leopoldo Rodríguez Alcalde, en la que trató de Concha Espina y el entorno femenino literario. Al acto asistieron los presidentes de ambas fundaciones, Jesús de Polanco y Emilio Botín."...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A lo largo del mes de agosto, la Fundación Santillana y la Fundación Marcelino Botín organizarán conjuntamente una serie de conferencias y actos culturales en torno a las exposiciones que la primera de ellas tiene instaladas en su sede de la torre de Don Borja, en Santillana del Mar (Cantabria). Actividades que el pasado sábado tuvieron su inicio con la conferencia pronunciada por el crítico literario Leopoldo Rodríguez Alcalde, en la que trató de Concha Espina y el entorno femenino literario. Al acto asistieron los presidentes de ambas fundaciones, Jesús de Polanco y Emilio Botín."En estos momentos, en que tanto se habla de las reivindicaciones feministas, poco se recuerda de las aportaciones de la mujer a la historia, a la política y al arte en nuestro país, y entre ellas, y en tiempos más recientes, la de dos figuras importantes, además nacidas en Cantabria, como fueron Concha Espina y María Blanchard". Con esta reivindicación de la gran escritora y la no menos importante pintora, ambas de origen cántabro, a las que uniría también, los nombres de Matilde de la Torre y Matilde Zapata, Rodríguez Alcalde situó lo que fue un período de esplendor artístico en la Cantabria de primeros de siglo.

Estableció el conferenciante una diferenciación entre la consideración histórica y la valoración literaria dada a las mujeres que dedicaron su vida al arte en el siglo XVIII, con "una actitud de respeto y galantería propios de una sociedad aristocrática", con la de "desprecio y menoscabo" que se produce en el siglo siguiente.

Ese ambiente adverso para la creación artística femenina, en opinión de Rodríguez Alcalde, se mantuvo en los inicios del siglo XX, viéndose agudizado en el caso de Concha Espina, por su especial situación familiar. Este clima fue una de las causas principales de que esa época no fuera excesivamente fecunda en cuanto a la creación artística realizada por mujeres.

Pasó revista después el crítico literario a la obra de la escritora cántabra, cuyas constantes definió, precisando que, en todos sus escritos, se encuentra "un latido femenino y un cuidado lenguaje, con una belleza de expresión y cuidado de la palabra que llevaba, en algunas ocasiones, a la afectación". Tras recordar "las dos espléndidas obras sociales de Concha Espina", La esfinge maragata y El metal de los muertos, pasó Rodríguez Alcalde a analizar las novelas qué a Concha Espina le inspira la guerra civil española, que la sorprende en su finca de Luzmela, situada en el pueblo cántabro de Mazcuerras. Para el conferenciante, esa parte de su obra debe ser considerada dentro del marco de la "literatura oportunista", que tanto en un bando como en otro, fue "la nota dominante de aquel período de nuestra historia".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En