El nuevo presidente argentino tendrá más poder que Viola

La destitución del general Roberto Viola de la presidencia argentina y su sustitución por el también general Leopoldo Fortunato Galtieri, que asumirá la jefatura del Estado el próximo 22 de diciembre, abre una serie de interrogantes sobre la personalidad del nuevo presidente, pese a que la "revolución palaciega" que le ha llevado a la cúspide del poder se haya desarrollado ante la indiferencia de la población y con el silencio prudente de los partidos políticos y de los sindicatos.Según todos los observadores, el general Galtieri dispondrá de mucho más poder que su predecesor para concluir la ...

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La destitución del general Roberto Viola de la presidencia argentina y su sustitución por el también general Leopoldo Fortunato Galtieri, que asumirá la jefatura del Estado el próximo 22 de diciembre, abre una serie de interrogantes sobre la personalidad del nuevo presidente, pese a que la "revolución palaciega" que le ha llevado a la cúspide del poder se haya desarrollado ante la indiferencia de la población y con el silencio prudente de los partidos políticos y de los sindicatos.Según todos los observadores, el general Galtieri dispondrá de mucho más poder que su predecesor para concluir la segunda fase del denominado "proceso de reorganización nacional", emprendido por los militares tras el derrocamiento, en marzo de 1976, de Isabel Martínez de Perón.

Galtieri acumulará, junto con la presidencia de la República argentina, lajefatura del ejército de Tierra y mantendrá su condición de miembro de la Junta militar que gobierna el país. Ello supone mayores poderes de los que dispuso Roberto Viola.

"El general Leopoldo Galtieri", aseguran los observadores, "toma a su cargo un país en franca bancarrota, mientras la situación económica se presentaba más saludable cuando Roberto Viola llegó al poder".

En medios políticos y diplomáticos de Buenos Aires surge el interrogante de si Leopoldo Galtieri sabrá convertirse en un verdadero patrón para poner fin a la crisis de poder que paraliza argentina desde hace meses, componer un equipo económico capaz de reencauzar la economía argentina y de reemprender el programa de "reconstrucción nacional", cuya segunda fase prevé una apertura política.

Entretanto, la Prensa bonaerense aseguraba ayer que el ex presidente Viola manifestó a un colaborador próximo sus quejas sobre el procedimiento empleado por la Junta militar para destituirle: "me hacen una revuelta y encima me quieren dar por enfermo. No, eso no lo voy a tolerar, Que me saquen por razones políticas. De otro modo no", dijo Viola hace unos días.

Según todos los observadores, la destitución de Viola se realizó en contra de su voluntad. El vicealmirante Carlos Alberto Lacoste, presidente interino, continuará en sus funciones hasta el 22 de diciembre.

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Por otra parte, el escritor Ernesto Sábato anunció el pasado viernes en Buenos Aires la formación de una "comisión para la recuperación de los niños desaparecidos" durante la represión desatada en Argentina tras el golpe militar de marzo de 1976.

De esta comisión formará parte el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y representantes de la Iglesia. Su objetivo será el de seguir la pista de los 89 niños desaparecidos o nacidos en cautividad entre 1976 y 1978.

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