El Pleno del Congreso aprueba la ratificación del acuerdo de pesca con Marruecos

El Pleno del Congreso acordó ayer autorizar al Gobierno la ratificación del protocolo transitorio de cooperación en materia de pesca marítima entre Marruecos y España. La izquierda apoyó una enmienda del diputado del Grupo Mixto Ramón Tamames, que pretendía evitar la jurisdicción marroquí sobre las aguas del antiguo Sahara español, y que no prosperó, y se dividió en la votación del protocolo: los comunistas lo hicieron en contra y los socialistas se abstuvieron «para no impedir que contínúen faenando 1.200 barcos y 15.000 pescadores españoles».

La votación de la enmienda de Ramón Tamame...

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El Pleno del Congreso acordó ayer autorizar al Gobierno la ratificación del protocolo transitorio de cooperación en materia de pesca marítima entre Marruecos y España. La izquierda apoyó una enmienda del diputado del Grupo Mixto Ramón Tamames, que pretendía evitar la jurisdicción marroquí sobre las aguas del antiguo Sahara español, y que no prosperó, y se dividió en la votación del protocolo: los comunistas lo hicieron en contra y los socialistas se abstuvieron «para no impedir que contínúen faenando 1.200 barcos y 15.000 pescadores españoles».

La votación de la enmienda de Ramón Tamames registró 99 votos favorables, 146 en contra y 3 abstenciones. El otorgamiento de autorización para ratificar el protocolo fue, acordado por 143 votos favorables, 23 en contra y 79 abstenciones.En la defensa de su enmienda, Ramón Tamames pidió que se suprimiera del protocolo la referencia a que lajurisdicción marroquí se extenderá «al sur del cabo Nun», ya que poco más abajo de dicho cabo comienzan las aguas del antiguo Sahara español, cuya titularidad está en tela de juicio internacionalmente. Añadió que el Gobierno español reconoce el derecho dé autodeterminación del pueblo saharaui y que la frase que pretendía suprimir significa un reconocimiento indirecto de la soberanía de Marruecos, que se produce en un marco de irregular¡dades, apresamientos y acciones arbitrarias del Gobierno de este país, que denuncian la falta de claridad de nuestra política con Marruecos.

El centrista Joaquín Muñoz Peirats se opuso a la propuesta de Tamames y aseguró que los apresamientos citados muchas veces no son tales, sino simples retenciones hasta que se comprueba que el barco cumple lo establecido en el tratado. Negó que España reconociera la soberanía marroquí sobre las aguas citadas, aunque argumentó que países como la Unión Soviética y Corea del Sur han establecido tratados con Marruecos en los que reconocen tal soberanía.

El comunista Antonio Palomares apoyó la enmienda de Tamames y aseguró que su no aceptación significa ceder al chantaje del Gobierno de Rabat.

La "doctrina Oreja"

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Marín recordó que la filosofía del protocolo responde a lo que en la Comisión de Asuntos Exteriores se conoce como «doctrina Oreja», por responder a los criterios del anterior ministro, según los cuales, España reconoce la jurisdicción marroquí, pero no la soberanía sobre las aguas afectadas por el tratado. El diputado socialista señaló que, por el contrario, Marruecos estima que la soberanía le pertenece, con lo que se plantea un problema importante de interpretación. Afirmó que el reconocimiento por la Unión Soviética o Corea del Sur de la soberanía marroquí no es ningún argumento, ya que estos países están muy lejos de la antigua colonia española, mientras que España está a trece kilómetros.

Negó que los apresamientos de pesqueros españoles puedan calificarse de meras retenciones y calificó de políticamente muy fuerte que en un tratado se establezca una condición suspensiva de los efectos del mismo en caso de que las Cortes Generales no autoricen su ratificación, mientras que a la otra parte no se le impone igual condición, ya que la decisión queda a la discrecionalidad del Gobierno de Marruecos.

Como alternativa al planteamiento gubernamental, Manuel Marín ofreció la cooperación con Marruecos, pero sobre la base de no hablar sólo del tema pesquero, Sino globalizar las relaciones.

El ministro de Agricultura y Pesca, Jaime Lamo de Espinosa, defendió tajantemente el protocolo a debate y negó que se tratara de un parche, como había sido dicho por algunos grupos. Consideró carente de validez la aplicación de un criterio distinto en función de la lejanía. Se refería a la atribución de soberanía por parte de la URSS y Corea a Marruecos sobre las aguas saharauis.

Lamo de Espinosa clarificó que, en definitiva, la posición favorable a la enmienda de Tamames significaría un rechazo político del acuerdo pesquero en su conjunto y la paralización de más de 1.200 barcos y 15.000 personas, si bien aseguró que este hecho no tenía por qué condicionar la decisión de la Cámara.

Concluidas las votaciones con los resultados ya dichos, el socialista Luis Yáñez explicó que la abstención de su grupo estaba encaminada a no impedir que los barcos y los trabajadores citados continuaran faenando, pero que tampoco podían votar favorablemente a un protocolo que otorga, la soberanía a Marruecos sobre unas aguas que no le pertenecen. El andalucista Juan Carlos Aguilar manifestó que su grupo se había abstenido en arribas votaciones y acusó al Gobierno de falta de fuerza y decisión en relación con Marruecos.

El Pleno del Congreso ratificó un decreto-ley que modifica el impuesto sobre el lujo y que significa la rebaja de este impuesto sobre los automóviles y sobre los accesorios de vehículos y remolques. La votación fue de 139 votos favorables, uno en contra y 96 abstenciones.

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