Nuevas acusaciones por la muerte de Glauber Rocha

La polémica en torno a las causas del fallecimiento del cineasta brasileño Glauber Rocha, ocurrida el pasado día 22 en la clínica Bambina de Botafogo, de Río de Janeiro, continuó anteayer con las acusaciones publicadas en la revista Careta, brasileña, que responsabiliza a los médicos portugueses de la muerte del director de cine.Glauber Rocha permaneció hospitalizado en Lisboa del 3 al 20 y falleció dos días después en Río de Janeiro, donde fue trasladado por exigencias de su mujer. Su muerte fue oficialmente atribuida a una bronconeumonía, lo que provocó en la Prensa brasileña, por par...

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La polémica en torno a las causas del fallecimiento del cineasta brasileño Glauber Rocha, ocurrida el pasado día 22 en la clínica Bambina de Botafogo, de Río de Janeiro, continuó anteayer con las acusaciones publicadas en la revista Careta, brasileña, que responsabiliza a los médicos portugueses de la muerte del director de cine.Glauber Rocha permaneció hospitalizado en Lisboa del 3 al 20 y falleció dos días después en Río de Janeiro, donde fue trasladado por exigencias de su mujer. Su muerte fue oficialmente atribuida a una bronconeumonía, lo que provocó en la Prensa brasileña, por parte de amigos del cineasta, acusaciones de incuria e incompetencia profesional de los médicos portugueses, que fueron rechazadas por éstos corno «falsas y calumniosas».

La revista Careta, de gran circulación en los medios intelectuales de Brasil, dedica su último número a la muerte del cineasta, de quien recibió una colaboración desde el hospital de Lisboa, donde estaba internado. El director de Careta, Tarso de Castro, escribe que en el informe de los médicos portugueses sobre la enfermedad de Rocha, «en ningún momento se menciona la dolencia que lo llevaría a la muerte: septicemia». En el certificado de defunción, firmado por el médico Pedro Henrique, de la clínica Bambina, de Río de Janeiro, se expone como causa septicemia, choque basteriano.

Tarso de Castro añade que el cineasta viajó durante trece horas, sin suero y, sin la menor asistencia, acompañado sólo por su familia y por un policía vestido de enfermero. Menciona que Rocha fue internado en Lisboa bajo sospecha de tuberculosis y que más tarde se habló de bronconeumonía. «En Portugal, la incompetencia de los médicos impidió que se constatase el mal, fácilmente localizable en sus primeras horas. El resultado fue la muerte. El asesinato debe ser asignado a los brillantes médicos portugueses».

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