La Unión Soviética intensifica sus relaciones con Brasil y Argentina

Aún se hace sentir en la URSS el efecto bumerán de la política de Carter con respecto a la Unión Soviética. El embargo dictado por el anterior inquilino de la Casa Blanca, después de la invasión de Afganistán, sobre las exportaciones de grano a la URSS ha servido, por lo que se ve, para que los soviéticos intensifiquen sus relaciones con el Cono Sur latinoamericano.

A mediados del mes pasado, el ministro argentino de Comercio Exterior, Carlos García, anunciaba en Moscú que la URSS había comprado en los cinco primeros meses de este año el triple del grano previsto para 1981 en los acuerd...

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Aún se hace sentir en la URSS el efecto bumerán de la política de Carter con respecto a la Unión Soviética. El embargo dictado por el anterior inquilino de la Casa Blanca, después de la invasión de Afganistán, sobre las exportaciones de grano a la URSS ha servido, por lo que se ve, para que los soviéticos intensifiquen sus relaciones con el Cono Sur latinoamericano.

A mediados del mes pasado, el ministro argentino de Comercio Exterior, Carlos García, anunciaba en Moscú que la URSS había comprado en los cinco primeros meses de este año el triple del grano previsto para 1981 en los acuerdos firmados entre el Kremlin y el Gobierno de Buenos Aires.A pesar de que por esas fechas la Casa Blanca ya había puesto fin al embargo, la Unión Soviética mostraba su preferencia por seguir comprando a Argentina, país este que hizo superar con sus envíos la escasez de grano que la URSS sufrió en 1980.

A cambio de los cereales, la soja y la carne argentina, los soviéticos intensificaban una cooperación técnica que incluía ya la participación en la construcción de la presa de Salto Grande, en la frontera entre Argentina y Uruguay.

Ayer, otro ministro del Cono Sur -el titular de la cartera de Planificación brasileña, Delfim Netto- concluía una visita a la capital soviética que él mismo calificó de "próspera".

El próximo año, Brasil proporcionará a la URSS medio millón de toneladas de soja, otro medio millón de toneladas de maíz y 22.000 toneladas de cacao. A cambio de esto, la Unión Soviética duplicará en 1981 sus envíos de petróleo a Brasil hasta totalizar medio millón de toneladas de crudo.

Además, existe otro acuerdo, pendiente de los últimos detalles, por el cual Brasil enviará a la URSS 120 millones de dólares en productos rnanufacturados a cambio de la participación soviética en cinco de las veinte turbinas con las que contará la central hidroeléctrica de Isla Grande, en el Estado brasileño de Paraná.

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Regímenes autoritarios

La existencia de regímenes autoritarios en Argentina y Brasil no parece ser un obstáculo para las buenas relaciones de la URSS con estos dos países del Cono Sur. Es casi imposible encontrar en la Prensa soviética algún comentario crítico hacia los Gobiernos de estas dos naciones.De momento, la pragmática política latinoamericana de Moscú no se ha extendido a Chile y Uruguay -las otras dos dictaduras de la región- Moscú sigue sin restablecer las relaciones diplomáticas con Santiago de Chile, y los lazos continúan siendo aún bastante gélidos con Montevideo.

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